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VIDA Y ESTILO

Lady Gaga y su emprendimiento vinícola

La actriz y cantante se ha asociado con uno de los referentes máximos de la calidad en términos de vinos espumantes, siempre privilegiando el lugar del arte en las relaciones humanas.

Lady Gaga constituye una de las máximas expresiones de la música de los últimos años. Con un estilo singular y reconocible, pero siempre extraordinario, heredado de artistas tales como David Bowie o Kiss, ha devenido prácticamente en un fenómeno social. Recientemente estrenó su última producción cinematográfica: JokerFolie à Deux, Interpretando a la compañera del famoso villano de cómics, Harley Quinn.

De manera evidente, el frondoso caudal artístico de Lady Gaga supone una potencia irrefrenable. Eso precisamente es lo que pensaron en Dom Pérignon cuando le propusieron trabajar en conjunto. Así, desde 2021, Dom Pérignon y Lady Gaga entablaron una serie de conversaciones y negociaciones en las que consiguieron amalgamar sus visiones del mundo y sus ambiciones estéticas.

Es evidente que ambos nombres coinciden en la exaltación del poder de la libertad creativa, de manera que pretenden explorar en conjunto lo fundamental del trabajo en los procedimientos creativos. Aquella visión compartida en lo que respecta al acto de creación artística se materializó en una flamante campaña publicitaria y una performance artística. Así, celebran la última criatura de Dom Pérignon: Dom Pérignon Vintage 2013.

Detalles del trabajo mancomunado

El proceso de elaboración de un Dom Pérignon supone un acto creativo renovado año tras año por el bodeguero en jefe, Vincent Chaperon. Este proceso de creación armoniza a la perfección con el de Lady Gaga. En efecto, ambos conciben el hacer artístico como una forma de trabajo. Luego de la evocación de la musa, ese resplandor de la inspiración, viene el esfuerzo, la dedicación y la habilidad. Por supuesto que se trata de un trabajo, pero un trabajo dedicado y extraordinario que tiende a la elevación poética hacia lo sublime.

Mucho más que un mero acto de fugacidad, para Lady Gaga y Vincent Chaperon el acto creativo supone la búsqueda perenne de una perspectiva estética originaria. El ideal estético de Dom Pérignon surgió cuando, en el siglo XVII, Dom Pierre Pérignon se puso como objetivo «elaborar el mejor vino del mundo», una expectativa que está en constante avance, pero, no obstante, jamás se concluye. Con cada añada, el objetivo de producir emociones mediante la armonía es lo que, todavía hoy, determina el norte de Dom Pérignon.

De acuerdo a los criterios estéticos de Lady Gaga, aquella búsqueda se potencia a través del deseo de superarse a sí misma y ensayar nuevas formas posibles del arte. Por supuesto, sin comprometer jamás aquello que implica ser artista enfocada en el ámbito de la música. Sabemos que la cantante y actriz es temeraria a la hora de explorar diferentes rasgos de personalidad, explorar nuevos matices con su voz, componer sus letras desde una perspectiva lírica y permitirse mutar por medio de la teatralidad. Tal como declaró la propia Lady Gaga: «La única constante en la vida es el cambio».

Luego de casi diez años de maduración, El acontecimiento experiencial que supone Dom Pérignon Vintage 2013 está preparado para su lanzamiento. Este producto consigue diagramar paralelismos de la mano de la colaboración con Lady Gaga: sendas producciones suponen la cosecha de una labor rigurosa que demanda tiempo y dedicación.

Las virtudes de la reserva 2013

En términos vitivinícolas, el año 2013 representó una evidente reconciliación con el esplendoroso pasado de las cosechas tardías. Luego de un desolador invierno, frío y húmedo, la primavera resultó grisácea, considerablemente fresca y en extremo lluviosa. De manera que las vides comenzaron a brotar al rededor de dos semanas más tarde que el promedio de la década. Tal retraso se prolongó, incluso, hasta la vendimia. Sin embargo, el verano fue el más cálido, soleado y seco de los que se registraron en la región de Champagne. De esa manera, resultó particularmente auspicioso para la calidad de las uvas. Las precipitaciones de comienzos de septiembre dieron lugar de manera súbita a los vientos de levante. Así, las uvas se mantuvieron saludables hasta el período de recolección. La vendimia en Dom Pérignon dio inicio el 28 de septiembre. La cata de esta reserva develó un esperanzador balance de acidez y cuerpo.

La producción de la reserva 2013 exhibe la armonía producida entre las cepas Pinot Noir y Chardonnays, situado entre la acidez y la voluptuosidad. El aroma puntilloso, elegante y táctil da cuenta de una elegante trenza aromática: en primer lugar, frutos cítricos; luego, un matiz mucho más vegetal; y, finalmente, las especias. Semejante precisión da cuenta de una elegancia modesta y visible, donde el vino se expande antes de dar paso a una inenarrable intuición de claridad.