Hace algunas semanas Migue Granados estrenó la tercera temporada de su ciclo La Cruda en su canal de streaming Olga. En su séptimo programa el conductor invitó a Matías Alé, que se animó a hablar del brote psicótico con delirio místico que tuvo en 2015. Por aquellos años, el actor había sido acusado de ejercer violencia de género en su ex esposa María del Mar Cuello Molar y su ex suegra Nancy.
“Eso prefiero obviarlo y hablar de mí para no involucrar a terceros porque no fue así. No importa», expresó al respecto Matías Alé, sin embargo, Migue Granados insistió. “¿Pero qué flasheaste en ese momento, qué se te disparó y por qué sucedió algo así?”, preguntó el conductor, a lo que él respondió: “El episodio ya venía pasando. El desencadenante fue el 3 de noviembre de 2015″.
“De repente, un día, la cabeza, no se sabe por qué, empieza a tener ideas delirantes. Yo tuve un brote psicótico con delirio místico. Eso hizo creerme que yo era un Dios de un día para el otro. Mi cabecita, que aún no se sabe por qué, sentía que estaba escapando de un mal que no existía y que de alguna manera tenía que sobreproteger a una persona que tenía una misión en el planeta», contó.
«Yo me creía un salvador y que tenía que hacer un Arca de Noé para salvar a la Humanidad. De hecho, empecé a buscar madera para hacerla en la Posada del Qenti en Carlos Paz. Yo me acuerdo de todo eso y pensaba que era hermoso. Yo creía que podía bendecir el agua. Quería fabricar helados, bendecirlos y salvar a la gente con helados bendecidos. No lo hice porque no me dejaron, me internaron. Todavía estoy a tiempo”, detalló Matías Alé.
Según contó Matías Alé, el delirio místico lo tuvo en septiembre de 2015, se casó en octubre y fue internado en noviembre. “Tres días estuve atado a una cama y sedado. Y cuando me desperté me acordaba todo. Pero no había hecho nada malo. Cuando ingresó la policía, yo sentía que estaba ingresando una energía negativa. Yo no quise ahorcarlas, yo las estaba abrazando para protegerlas de esa energía negativa”, recordó.
“Cuando me desperté me encontré con un mundo hermoso. Una camita chiquita, solo. Me dijeron que tenía miedo a dormir solo entonces me pusieron un compañero que se le complicaba dormir. Él estaba en cuclillas todas las noches mirándome como un búho. Entonces yo lo miraba y le daba tranquilidad a él y él a mí. Era un neuropsiquiátrico. Los médicos te van haciendo un relevamiento para decidir cuando estás preparado para reinsertarte en la sociedad. Obvio que querés salir. Estuve 45 días la primera y 18 la segunda», contó.
«Pero no lo padecía, me empecé a sentir cómodo, me amigué. Cuando me desperté ya estaba estabilizado y nunca hubo indicios de nada, venían mis amigos y mi familia. Me puse a dibujar. Ahí empecé a tomar consciencia de que evidentemente algo no estaba bien y que tenía que volver a reinsertarme en la sociedad. Que no era el hijo de Dios y un enviado, que era simplemente yo. Y que podía hacer lo mismo, ayudar, sin tener un cartel francés arriba de la marquesina”, relató Matías Alé.
Después de un largo receso, cuando volvió a trabajar en los medios le agarró otro brote: “Estuve todo el verano hasta junio. El otro brote me agarró trabajando con Marley y Flor Peña en la Peluquería de Don Mateo. Me fui devuelta y creía que tenía que salvar a Flor Peña y que ellos eran mis soldados. Por suerte mi hermano me contuvo y me internaron de vuelta a la mañana. Y salí de ahí y nunca más. Estoy curado, por mí”.