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POLÍTICA

Mimado por el sistema: a Bacchini no le falta nada en la Cárcel de Catamarca

¿Cómo sobrevive en la Cárcel el hombre que vivía ostentando viajes, manjares y lujos? Todo le llevan de afuera.

Bacchiani

Catamarca.- (Por Juan Carlos AndradaEdgar Bacchiani es uno de los mayores estafadores de la historia como titular de la financiera Adhemar Capital. Por esa razón, atraviesa sus días en el Penal de Miraflores de Catamarca. Pero en paralelo a ese proceso judicial, muchos se hacen una pregunta: ¿Cómo sobrevive en la Cárcel el hombre que vivía ostentando viajes, manjares y lujos? Todo le llevan de afuera.

Edgar tiene una logística que le permite prescindir casi por completo de la estructura carcelaria y subsistir cómodamente. El Intransigente está en condiciones de confirmar que no le falta nada a Bacchiani: “está de 10”. ¿Privilegiado o mimado por el sistema?

Para empezar, tiene visita los días sábados por la mañana. No consume comida del Penal de Miraflores. Ni desayuno, ni almuerzo, ni merienda y mucho menos cena. Nada de nada que se elabore en la Cárcel. No toma agua del grifo, tiene bidones de agua mineral a disposición. Además cuando hace falta, le hacen ingresar cajas de mate cocido, leche, café, o lo que precise. Por supuesto, tiene pava eléctrica para hacerse un tecito si está muy nervioso cuando reniega con su abogado o la causa amenaza desmadrarse.

Claro que Bacchiani no está en un pabellón común, sino en uno con privilegios similar al Pabellón de los policías identificado como “Pabellón 1 sur” o el “Pabellón de Bacchiani”, donde el tránsito de mercadería y cosas de utilidad es más fácil o tiene menos restricciones. Por ejemplo, pueden entrar más familiares a ver a los internos o el privilegio de tener una visita solo. Edgar, Naim y algunos otros presos VIP, salen en las visitas de los policías.

Es más permisivo el reglamento en estos pabellones, pero con esa lógica carcelaria -más relajada o dormida a propósito- pueden pasar o traficar cualquier cosa que además es un posible negocio dentro. Si tenés los contactos, se hace fortunas en el Penal.

Los que la padecen son los guardiacárceles, que tiene que lidiar con internos “dados vuelta”, y por supuesto, violentos al extremo. A Bacchiani le llevan para comer pollo al horno, matambre arrollado, entero o en una sola pieza, variedad de embutidos, asado y todo tipo de cortes de carne que Edgar -y sus “nuevos amigos” que tienen la “suerte” de estar con él- hace utilizando una cocina que se encuentra en ese Pabellón. Lo mismo que los analgésicos.

Bacchiani tiene para poner una farmacia en el Penal. Cuenta con los medicamentos que busquen y necesiten los demás compañeros del Penal de Miraflores. Lástima que salieron mal las cosas, pero hubiera sido un lindo negocio para encarar con su ex socio y compadre Andrés “Tronco” Jalil. Teléfono supuestamente Edgar no tiene. Le habían encontrado hace un tiempo un aparato celular, incluso saltó una transferencia a un Sargento Primero de un millón de pesos. Un escándalo que quedó en la nada. Qué raro. Es que las amistades ahí adentro te pueden hacer más fácil o más difícil la vida, en tanto a los celadores y las autoridades se les presenta una enorme oportunidad de hacer negocios, que no todos están dispuestos a rechazar con la malaria que son los sueldos que paga Jalil. La vocación de servicio puesta en pausa. Donde toques, sale pus.

Entonces, desde la última vez que le encontraron un teléfono al “Pelao de la Ferrari” parece que no se hicieron más las requisas por las dudas. Hay que aclarar que un teléfono común para llamadas cualquier interno tiene o puede tener, el privilegio pasa por contar con un aparato avanzado que tenga otras funciones, WhatsApp, Facebook y demás redes sociales. O sirva para operaciones financieras desde la Cárcel. Chan!

La vinculación de los Jalil con el «ex marido de Pampita»

La investigación de la megaestafa de Adhemar Capital, cuyo titular era Edgar Bacchiani, vincula al gobernador catamarqueño Raúl Jalil y su hermano Andrés “Tronco” Jalil con el marido de “Pampita”, Roberto García Moritán. El lavado de activos es la pista más firme de por qué asesinaron al ex ministro de Desarrollo Social, Juan Carlos Rojas, fondos públicos que se sospechan eran desviados para la inversión en Bitcoin. Ahora, mientas Bacchini pasa sus días en el Penal, lo dejaron solo y es desconocido “como pariente pobre” por parte de su ex socio y compadre “El Tronco” Jalil.