En lo que denominó como su «alegato final», la vicepresidenta de los Estados Unidos y candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris, calificó a su rival republicano, el ex presidente Donald Trump, como «inestable», mientras que advirtió que se encuentra «obsesionado con la venganza», durante un mitin celebrado en Washington, a pocos días de las elecciones del 5 de noviembre.
Harris se presentó este martes por la noche en el parque de la Elipse, el mismo lugar en el que Trump, en 2021, arengó a sus seguidores antes de los violentos incidentes ocurridos en el Capitolio, poco después de perder las elecciones que tuvieron como ganador a Joe Biden.
La vicepresidenta destacó el papel de Trump en los disturbios del 6 de enero, cuando difundió falsedades sobre las elecciones presidenciales de 2020 que apoyaron a una multitud que avanzó en tumulto hacia el Capitolio e intentó sin éxito detener la certificación de la victoria del demócrata Joe Biden.
«Miren, sabemos quién es Donald Trump. Es la persona que se plantó en este mismo lugar hace casi cuatro años y envió a una turba armada al Capitolio de Estados Unidos para anular la voluntad del pueblo en unas elecciones libres y justas», advirtió la postulante demócrata.
Harris se piensa como presidenta
A su vez, sostuvo que «ha pasado una década tratando de mantener al pueblo estadounidense dividido y temeroso el uno del otro. Este no es un candidato a presidente que esté pensando en cómo mejorar tu vida», dijo, tachando a Trump de «tirano mezquino» y «aspirante a dictador».
«Pero Estados Unidos, estoy aquí esta noche para decir: Eso no es lo que somos». Y añadió: «No tiene por qué ser así». Delante de la Casa Blanca, Harris animó a la multitud a visualizar sus futuros divergentes dependiendo de quién gane el día de las elecciones. Aventuró que ante una derrota demócrata, «el primer día, si es elegido, Donald Trump entrará en ese despacho con una lista de enemigos».
En cambio, Harris prometió que entrará a la Casa de Gobierno con una lista de «tareas pendientes»: más cobertura sanitaria y preservar el derecho al aborto, la ampliación de la cobertura de Medicare que Biden incrementó, la atención médica domiciliaria, el aumento de la oferta de viviendas en el país y el trabajo para restaurar el acceso nacional al aborto.