El presidente Javier Milei parece haber perdido el respaldo de una parte de sus propios votantes tras sus continuos ataques a las universidades públicas. De acuerdo a un estudio reciente, 6 de cada 10 argentinos que lo apoyaron en las elecciones presidenciales está a favor de la educación universitaria pública, una cifra que pone en entredicho la retórica del mandatario, quien ha acusado a las universidades estatales de ser «un subsidio de los pobres a los ricos».
Este porcentaje contrasta fuertemente con las declaraciones de Milei, quien ha sostenido que la universidad pública no es útil para la mayoría de los argentinos, argumentando que solo beneficia a las clases altas. Sin embargo, el informe de la consultora Zubán-Córdoba, demuestra que la mayor parte de la población, incluso entre los seguidores del presidente, cree que las universidades contribuyen a la movilidad social.
El 76% de la población rechaza la narrativa de Milei sobre las universidades
Otro dato que deja en una posición incómoda al mandatario es que el 76% de los encuestados en general rechaza la afirmación de Milei de que «los pobres no llegan a la universidad». Esta narrativa ha sido una constante en sus discursos, especialmente tras su llegada a la presidencia.
El estudio revela además que el 58,2% de los votantes de Milei tampoco comparte la idea de que los sectores más vulnerables estén excluidos de la universidad, lo que pone de manifiesto una desconexión entre las políticas educativas del presidente y las expectativas de sus seguidores.
Reacciones y enfrentamientos en la sociedad
La ofensiva del economista libertario contra el sistema universitario ha generado una ola de indignación en diversos sectores de la sociedad. Marchas multitudinarias en defensa de la educación pública, apoyadas por actores políticos, sociales y sindicales, han llenado las calles en rechazo a las medidas del gobierno. En respuesta, el presidente ha intensificado sus ataques, acusando a los manifestantes de estar «politizados» y calificando a los defensores del aumento del presupuesto universitario de «degenerados fiscales».
Lejos de calmar las aguas, el líder de La Libertad Avanza ha decidido mantener su postura confrontativa. En un acto reciente, aseguró que las universidades no son más que un refugio para las élites, mientras que la población general no se beneficia de ellas.
Descontento dentro del propio electorado libertario
Lo que parece ser más preocupante para el gobierno es que estas políticas educativas también están generando fracturas internas en el bloque de apoyo a Milei. Un sector de sus votantes, que en principio lo apoyaba en su cruzada libertaria, está comenzando a distanciarse debido a sus propuestas de desmantelar el sistema universitario. El 65% de ellos considera que la universidad pública es un factor clave para el progreso social, lo que contradice las posiciones que ha adoptado el presidente en los últimos meses.
El informe también destaca que los votantes de Unión por la Patria, el partido de Sergio Massa, muestran una adhesión casi unánime a la defensa de las universidades públicas, con un 96,5% de apoyo. Este amplio consenso en favor de la educación universitaria gratuita y accesible refleja la distancia entre las políticas de Milei y el sentimiento mayoritario de la sociedad.
Mientras tanto, los números del estudio de Zubán-Córdoba son claros: la mayoría de la población argentina valora la educación pública y la considera un pilar para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. El desafío para Milei será cómo reconciliar su visión libertaria con una sociedad que, en su mayoría, apoya y defiende la universidad pública como un derecho fundamental.