El actor británico, Idris Elba, es un gran aficionado del vino que decidió incursionar en el mercado vinícola de la mano del Champagne Porte Noire. En enfecto, el actor reconocido por la saga de películas Avengers de Marvel se asoció con el emprendedor David Farber por aquella pasión en común. Así, en 2018, ambos visitaron la prestigiosa escuela vitícola Sanger en Champagne y, dos años después, Porte Noire salió al mercado.
Combinando el conocimiento y la experiencia de Farber en lo que respecta al negocio del vino y el gusto y espíritu emprendedor de Elba, se lanzaron las primeras botellas de Porte Noire’s Grand Cru Blanc de Blancs Vintage Champagne en 2020. Siendo un éxito instantáneo, el dúo decidió comisionar una colección de vinos verdaderamente única, con el Champagne siempre en el núcleo de la empresa.
La bebida de tonalidades doradas que lo inició todo, el Grand Cru Blanc de Blancs, ofrece las características clásicas del estilo con un agregado de profundidad e intrincación de sabor, con frutas blancas aromáticas, cítricos, perfumes florales sutiles y minerales que aportan frescura y delicadeza. Aquí, el co-fundador de Porte Noire experto vinícola y emprendedor, David Farber, ofrece las notas de cata de la botella que sentó las bases de todo.
Brioche tostado
En el paladar se perciben notas de pan brioche tostado, pera y mazapán. A ello le siguen frutos secos, principalmente nueces, demostrando varias capas de complejidad asomando una tras otra. Estas son las características de todo Champagne añejado y elaborado a partir de Chardonnay, más reconocidos como Blanc de Blancs. Estos aromas se desarrollan mediante la crianza sobre lías mientras el Champagne en la botella antes de la remoción de los restos de levadura. El Grand Cru Blanc de Blancs Vintage Champagne de Porte Noire pasa 52 meses sobre lías.
Notas calcáreas
En lo que respecta a los sabores minerales, lo primero es resaltar son las notas calcáreas. Ellas contribuyen a mantener el paladar seco y fresco, proveyendo estructura y elegancia a los vinos. Las uvas provienen de Avize, una comuna situada en el corazón de Cote des Blancs en Champagne (que podría traducirse como «la colina de los blancos»), donde el suelo presenta una gruesa capa de calcárea que nutre a los mejores viñedos de Chardonnay. Esta área también incluye el mayor número de viñedos Grand Cru.
Manzana verde
Aquellas múltiples capas complejas se balancean mediante sabores a manzana verde y cítricos confitados. La sensación en boca es notablemente fresca, lo cual hace al Champagne muy fácil de beber. Asimismo, contribuye a su ligereza y equilibrio. Nuevamente, esos suponen notas específicas de paladar que proceden de las uvas Chardonnay y del la región. Ello resulta un acontecimiento sorprendente para un Champagne de esta edad y responde exclusivamente al terroir Grand Cru, que produce uvas de excelente cualidad y asiste a la longevidad de este Champagne.
Por otro lado, la mineralidad salina en el paladar, que podría compararse a la sensación de la brisa fresca en una playa cálida, provee una sensación de frescura en la boca. Es esa misma salinidad la que lo hace un excelente Champagne para maridaje con comidas. En efecto, combina a la perfección con mariscos, carnes blancas y quesos duros añejos. Ello no es sino una reminiscencia de las uvas Chardonnay cultivadas en calcárea. La combinación de ambos elementos resulta en un acabado mineral ligeramente salado.
Flores blancas
Finalmente, las notas finas a flores blancas y frutas con carozo supusieron las grandes luminarias del Porte Noire 2013. Esta es una de las más asombrosas características de este Champagne: una complejidad de múltiples capas aunque siendo muy fácil de beber. Ello se debe, especialmente, a la expertise de vinificación de las bayas Chardonnay de Avize de los trabajadores de la bodega. De esa manera, la frescura se enfatiza mediante la calidad, tamaño, perlado y la redondez de las burbujas. Sin dudas, se trata de un efecto en suma elegante, bien balanceado y placentero al paladar.
