Seis personas fueron procesadas y embargadas este miércoles por el choque de trenes ocurrido en el barrio de Palermo de la Ciudad de Buenos Aires, en las vías del Tren San Martín. El incidente que ocurrió hace 6 meses dejó un saldo de 61 personas heridas, algunas de las cuales debieron ser trasladadas de urgencia a distintos hospitales de la ciudad. Los acusados enfrentan cargos de «estrago culposo agravado» por los daños y lesiones provocadas.
El accidente tuvo lugar sobre el puente que cruza la Avenida Figueroa Alcorta, a la altura del Parque 3 de Febrero. La gravedad del choque obligó al SAME a desplegar un operativo de emergencia que incluyó 60 ambulancias, dos helicópteros y equipos de bomberos, quienes trabajaron durante horas para atender y trasladar a los heridos.
Según las investigaciones, el origen del accidente se atribuye a fallas en el sistema de señalamiento de las vías, lo que habría sido ocasionado por el robo de cables en la zona. Esta hipótesis fue confirmada en el informe preliminar publicado a fines de junio por la Junta de Seguridad en el Transporte (JST), organismo que lidera la investigación del caso.
El gremio ferroviario La Fraternidad había denunciado públicamente el problema de señalización en el lugar poco después del choque. En el mismo sitio del accidente, trabajadores ferroviarios informaron a los medios de manera informal que la señalización no estaba operativa debido al robo de los cables, lo cual dificultó las operaciones de los trenes esa mañana.
El fuerte accidente del Tren San Martín
El choque ocurrió cuando una formación de pasajeros que partió de la estación Palermo, en dirección a Cabred, impactó contra otra que se encontraba detenida en las vías sobre el puente de la Avenida Figueroa Alcorta. La colisión generó una gran conmoción entre los pasajeros, quienes relataron que el impacto fue muy fuerte y que muchos de ellos cayeron al suelo por la violencia del choque.
La decisión de procesar a seis personas se da en el contexto de una investigación que apunta a determinar las responsabilidades del siniestro y a evaluar si se tomaron las medidas de prevención adecuadas. Las identidades de los procesados no fueron reveladas, pero se espera que la investigación avance para esclarecer en detalle los hechos.
Mientras la causa sigue en curso, los heridos y sus familias esperan justicia y resarcimiento por las secuelas físicas y psicológicas que dejó el accidente. El procesamiento y embargo a los responsables representa un avance en la búsqueda de respuestas ante un suceso que puso en evidencia las deficiencias y vulnerabilidades en la infraestructura ferroviaria.