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POLÍTICA

Con la presencia de Victoria Villarruel se debatió la polémica de la mala aplicación de la ESI en el Senado de la Nación

Se trataron diversos temas como la banalización de la sexualidad y la polémica por los libros con escenas sexuales explícitas.

Victoria Villarruel

La vicepresidente Victoria Villarruel estuvo presente en el II Seminario «Género e Identidad: El problema de la sexualización de la infancia», que se celebró en el Senado de la Nación. El encuentro, convocado por la Dirección General de Cultura y la de Atención Ciudadana.

Durante su intervención, Daniel Abate, director general de Cultura en el Senado, planteó una preocupación central: «La infancia es la base donde se construyen los valores y la identidad de cada persona. Es inaceptable que se intente imponer ideologías que confundan a los niños y los alejen de su esencia». La actriz y productora Graciela Spinelli, quien fue una de las principales impulsoras del seminario, también se pronunció al respecto, señalando que «el revuelo causado en los medios en los últimos días ha servido para abrir el debate y evidenciar los textos explícitos que están circulando en las escuelas».

Apenas un par de días antes, “cuando se dieron a conocer los textos con escenas de sexo explícito que circulan en las aulas”, le habían ahorrado “uno cuantos minutos de introducción para poner en contexto la charla”, destacó Spinelli.

Claudia Peiró, en su exposición titulada «De la ESI a la ideología de género», criticó duramente el enfoque de la educación sexual en las escuelas argentinas. Según Peiró, actualmente se ha instaurado un «berretín por sexualizar la escuela», priorizando temas de identidad sexual por encima del aprendizaje básico como la lectura y la escritura. Además, cuestionó el rol que el Estado ha asumido al intervenir directamente en la educación sexual de los menores, dejando a los padres fuera de la toma de decisiones sobre la formación de sus hijos.

Problemas de la sexualización temprana

María José Mancino, médica psiquiatra, abordó las consecuencias de la sexualización temprana desde una perspectiva clínica y familiar. La doctora subrayó que, aunque la Educación Sexual Integral (ESI) es necesaria, debe ser impartida respetando el contexto familiar y los valores de cada hogar. Mancino mostró datos del Ministerio de Salud que evidencian el aumento de enfermedades de transmisión sexual en los últimos años y atribuyó este fenómeno, en parte, a la manera en que se está implementando la ESI.

El seminario también incluyó el testimonio de Patricia Galarza, integrante del grupo MANADA, una organización compuesta por padres y madres que enfrentan la disforia de género de inicio rápido en sus hijos. Galarza describió el proceso al que se ven sometidas las familias cuando sus hijos expresan dudas sobre su identidad de género, denunciando la falta de acompañamiento adecuado y la presión social que enfrentan para aceptar cambios sin considerar una exploración previa.

En su intervención, Galarza también criticó el rol de las escuelas, que a menudo, según ella, actúan sin consultar a los padres: «La presión social que vivimos los padres es enorme, y el único mensaje que recibimos es que debemos aceptar lo que el niño dice, sin cuestionarlo». En un llamado a la reflexión, exigió prudencia y un enfoque responsable que contemple la posibilidad de explorar el contexto de cada niño antes de asumir decisiones irreversibles.