La disputa entre el oficialismo y la oposición por el decreto que habilita el canje de deuda sin restricciones volvió a tensionar el escenario legislativo. A pocas horas de la sesión especial convocada para mañana, los bloques políticos aún no logran garantizar el quórum necesario para tratar la derogación del DNU 846. La incertidumbre reina en el Congreso, mientras el oficialismo y la oposición intensifican sus estrategias para alcanzar sus objetivos.
La convocatoria, liderada por Unión por la Patria (UxP) y respaldada por Democracia para Siempre, Encuentro Federal y Por Santa Cruz, busca tumbar el decreto que permite renegociar deuda pública sin seguir los lineamientos de la Ley de Administración Financiera. Sin embargo, la fragmentación interna y la falta de acuerdos entre los distintos sectores han complicado las negociaciones.
Presiones cruzadas y negociaciones al límite
Desde la oposición, argumentan que derogar el DNU obligaría al Gobierno a discutir formalmente el Presupuesto 2025, una instancia que consideran clave para asegurar mayor transparencia fiscal. Sin embargo, esta postura no convence a todos los gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC) y otros bloques provinciales, quienes prefieren mantener un perfil negociador para no agravar tensiones con el Poder Ejecutivo.
Por su parte, el oficialismo se enfrenta al desafío de frustrar la sesión, como ya ocurrió hace dos semanas. Sin embargo, fuentes parlamentarias reconocieron que la correlación de fuerzas es ajustada y que las ausencias de legisladores claves podrían definir el desenlace.
La importancia estratégica del DNU 846
El ministro de Economía, Luis Caputo, ha defendido enfáticamente la vigencia del decreto, calificándolo como una herramienta esencial para gestionar la deuda en un contexto económico delicado. Según el funcionario, la derogación del DNU limitaría las posibilidades del Ejecutivo para mejorar las condiciones de los pasivos nacionales.
El quórum en la cuerda floja
Para que la sesión especial prospere, UxP necesita movilizar a al menos 95 de sus 99 diputados, sumados a los apoyos comprometidos de otros bloques. No obstante, las ausencias recurrentes de legisladores oficialistas y aliados en sesiones anteriores generan dudas sobre la capacidad de alcanzar los 129 presentes necesarios para habilitar el debate.
En el caso de Encuentro Federal, la incertidumbre persiste, ya que figuras como Ricardo López Murphy y otros legisladores provinciales no participaron en instancias previas. A su vez, los gobernadores de JxC se mantienen expectantes, demandando una reunión conjunta con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro Caputo, para resolver los puntos más conflictivos.
Exigencias y tensiones provinciales
Los mandatarios provinciales, clave en este entramado, reclaman mayores recursos federales, incluyendo una redistribución de impuestos, la compensación por el Pacto Fiscal de 2017 y un financiamiento específico para cubrir déficits previsionales. Sin embargo, el Gobierno insiste en que cumplir con estas demandas sería inviable desde el punto de vista fiscal, con un impacto estimado de 3700 millones de dólares.
Una jornada decisiva
Con el reloj avanzando hacia el cierre de las sesiones ordinarias el 30 de noviembre, la sesión de mañana representa la última oportunidad del año para abordar este controvertido tema. Tanto oficialismo como oposición apuestan a negociaciones de último momento para definir el curso de los acontecimientos, en una pulseada que promete ser decisiva para el futuro económico y político del país.