Mauricio Sana, CEO de Flybondi, habló sobre los conflictos gremiales del sector aeronáutico que ponen en jaque no sólo el traslado de pasajeros, sino también la economía de las empresas estatales y su aporte real al financiamiento del Estado nacional. En este sentido, el empresario destacó el problema de Intercargo, la empresa de maleteros y personal de rampas, ya que repercute directamente en Flybondi a pesar de que esta sea ajena.
En su diálogo con Radio Mitre, el ejecutivo hizo énfasis en cómo este tipo de situaciones afectan la operativa de Flybondi. En particular, el vuelo 5282 con destino a Bariloche sufrió una demora de más de una hora y media debido a la falta de servicio de rampa en el Aeroparque.
Sana aprovechó la oportunidad para reflexionar sobre el crecimiento del mercado aerocomercial argentino y cómo la situación ha cambiado en los últimos años. Aseguró que “hoy hay dos aerolíneas que ya tienen una participación casi del 50% del mercado aéreo en Argentina”. De esta forma, el cierre posible de Aerolíneas Argentinas no repercutiría de lleno en el sector, ya que no hay estancamiento en el rubro aerocomercial.
Un piloto de Flybondi trabaja el doble que uno de Aerolíneas
Una de las cuestiones que también abordó el CEO de Flybondi fue el tema de las horas de vuelo de los pilotos. Sana aseguró que un piloto de Flybondi trabaja “entre 60 y 70 horas, lo que es normal en las programaciones”, y remarcó que su salario es competitivo. Ante ello, comparó este número con los reportes de Aerolíneas Argentinas.
“Si ustedes revisan los últimos 24 meses, el promedio de horas de vuelo de un piloto debe estar por debajo de las 35 horas”, dijo, dejando en claro la diferencia en la carga de trabajo y en la operativa entre ambas compañías aéreas.
Asimismo, destacó que el proceso de saneamiento de Flybondi no sólo implica ajustes en los costos, sino también una mejora en la performance y la eficiencia operativa. “El saneamiento no es necesariamente costo directo, es performance y es operación y es eficiencia”, explicó.
Desde el mes pasado, aerolíneas extranjeras pueden operar vuelos de cabotaje en la Argentina debido a las políticas de desregulación del sector aéreo que impulsa el Gobierno nacional. De esta forma, no es necesario matricular aeronaves en el país ni certificar a su personal.