En una serie de declaraciones recientes, el senador nacional de la UCR por Tierra del Fuego, Pablo Blanco, arremetió contra el presidente Javier Milei y cuestionó el impacto de sus expresiones en el clima social del país. En diálogo con CNN Radio, Blanco advirtió que «la violencia que está engendrando el presidente con su accionar y con sus declaraciones iban a tener consecuencias» y agregó que las mismas provienen «del más alto magistrado de la Nación, que tendría que tener otras actitudes, pero la violencia es la única forma que conoce».
Durante su participación en el programa Al Fin y Al Cabo, conducido por Hernán Harris, Blanco lamentó la falta de moderación del presidente y sostuvo que, ante situaciones críticas, en lugar de apaciguar las tensiones, «trata de seguir echándole nafta al fuego y no entiende lo que es vivir en un país democrático«. Estas afirmaciones llegaron en un contexto de creciente polarización y tras una serie de incidentes políticos que el senador atribuye a un clima de confrontación promovido desde el oficialismo.
Críticas a Milei y el supuesto «autoataque»
Blanco también se refirió a las recientes acusaciones de Milei sobre un posible «autoataque» en la sede de la Unión Cívica Radical, insinuación que calificó como infundada y hasta absurda. «No sé por dónde puede venir este ataque, pero esto no es lo que manifiesta el presidente Milei sobre un autoataque«, declaró el senador. Además, agregó que si su compañero de partido, Martín Lousteau, tuviera documentos de importancia, «no lo iba a tener en el Comité Nacional de la Unión Cívica Radical».
El legislador fue particularmente duro al hablar sobre la percepción de Milei respecto a su propia figura en el poder: «El presidente Milei se cree que se puede llevar a todo el mundo por delante y que lo que dice él es palabra santa«. Esta frase resume el tono de las críticas de Blanco, quien sugiere que el líder libertario tiene una postura autocrática que no permite el diálogo ni la reflexión en torno a los problemas nacionales.
La interna radical y las tensiones con el gobierno
Además de las críticas al presidente, Blanco también abordó la situación interna de la UCR, un partido que, según él, atraviesa un momento de debate y fragmentación. «La UCR está en una etapa de una discusión interna, pero las diferencias que tenemos hay que discutirlas puertas adentro«, señaló el senador, en referencia a las disidencias dentro de su fuerza política. Aseguró que existen «diferentes visiones» en el partido, y criticó a aquellos que, en su opinión, han traicionado los ideales de la UCR para beneficiarse políticamente.
Sobre este punto, Blanco no dudó en expresar su desaprobación hacia los radicales que, según él, han buscado acercarse al gobierno de Milei con fines meramente personales. «Los que usaron a la UCR para obtener réditos personales y se acercan al gobierno de turno, que es una posición completamente opuesta, a esos no los tengo en cuenta porque no representan a la Unión Cívica Radical», sentenció. En un tono igualmente crítico, calificó el apoyo de algunos sectores de la UCR al oficialismo como un acto de «seducción por este canto de sirena» y advirtió que tales figuras creen equivocadamente que «el gobierno nacional va a acceder a las cosas que ellos están solicitando de cara al 2025 y 2027».
Un conflicto latente en tiempos de alta tensión
Las declaraciones de Blanco no solo revelan la tensión creciente entre la UCR y el gobierno de Milei, sino que también ponen en evidencia las divisiones internas en un partido que históricamente ha representado una de las voces de la democracia argentina. Ante un gobierno que, en su opinión, prioriza el conflicto y no el diálogo, el senador enfatizó la necesidad de que su partido conserve la unidad y los principios en un contexto político cada vez más polarizado.
De esta forma, Blanco envía un claro mensaje a sus correligionarios y al oficialismo: la UCR no está dispuesta a alinearse con un gobierno que considera incompatible con sus valores democráticos. «La violencia es la única forma que conoce», concluyó en alusión a Milei, remarcando el desafío de hacer política en un país donde el conflicto parece dominar la escena.