En medio de un contexto de crisis económica y ajuste presupuestario en el Estado, el Ministerio de Economía enfrenta un nuevo escándalo por una cuestionable compra de cafeteras en el Instituto Nacional de Semillas (INASE), entidad que opera bajo su órbita. El organismo realizó una adquisición por $15.480.000 para obtener seis máquinas de café, lo que ha despertado una ola de críticas debido a un sobreprecio que alcanzaría el 90% en comparación con el valor de mercado.
La compra, registrada en el expediente N° EX-2024-23725031, fue justificada oficialmente como un intento de “crear un ambiente agradable” para el personal del instituto, facilitando bebidas calientes durante la jornada laboral y en eventos de protocolo. Sin embargo, la explicación no ha evitado la controversia en torno al gasto en un momento en que el país enfrenta serias restricciones presupuestarias y el sector público sufre recortes en diversas áreas.
La licitación, formalizada a través de la Licitación Pública N° 50-0004-LPU24, otorgó la adjudicación a la empresa SALTSUR S.A., que proveyó las máquinas automáticas marca Necta Koro modelo espresso a un precio unitario de $2.580.000. Este monto sorprende al comparar el mismo modelo en plataformas como MercadoLibre, donde el precio promedio ronda los $1.326.900, revelando una diferencia sustancial que plantea serias dudas sobre la transparencia del proceso de compra.
El polémico contrato del Instituto Nacional de Semillas
Además, el contrato incluye una cláusula de ampliación que permitiría extender el gasto en un 20% adicional, lo que implicaría una erogación máxima de $18 millones si se hiciera uso de esta opción. La posibilidad de que el gasto continúe incrementándose ha generado aún más cuestionamientos sobre la necesidad y justificación de este servicio.
Este gasto fue aprobado por varios funcionarios, entre ellos Leandro Gregorio, Diego Reinaldo Franz y Claudio Dunan, presidente del INASE, quien firmó la autorización final. Sin embargo, la transparencia del proceso se encuentra en entredicho, ya que la diferencia de precios y la falta de justificación detallada plantean serias dudas sobre la eficiencia y el manejo de fondos públicos en esta operación.
Críticos de la medida sostienen que la prioridad del Ministerio debería enfocarse en necesidades urgentes y sectores críticos en lugar de destinar recursos a servicios de confort para el personal. Un analista del sector público señaló a la agencia NA: «La transparencia en los procesos de compra pública es fundamental para la legitimidad del Estado, y es alarmante que se destinen recursos a gastos de dudosa prioridad cuando existen necesidades urgentes en áreas críticas».
Este caso se suma a una serie de episodios que han puesto bajo la lupa la gestión del gasto en el Ministerio de Economía, exponiendo las contradicciones entre los recortes que se implementan en varias áreas del sector público y el uso de fondos para adquisiciones cuestionables.