Los autos 0km con un valor superior a los $42.400.000 a partir de hoy estarán sujetos al impuesto interno conocido como «impuesto al lujo». Esta medida se enmarca en la actualización trimestral que realiza la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) sobre la base imponible de este tributo, ajustándola en un 4,74% en línea con el aumento de los precios mayoristas de vehículos en el período de julio a septiembre.
La base imponible para aplicar este impuesto se elevó de $28.512.373 a $29.772.276 en términos mayoristas (antes del IVA y la comisión de las concesionarias), lo cual implica que el valor de referencia para los autos de lujo pasó de $40.500.000 a $42.400.000 en precio final al consumidor. Esta cifra estará vigente hasta el 30 de noviembre y se ajustará nuevamente en diciembre, en función de la inflación y otros factores económicos.
Este tributo afecta principalmente a los vehículos de alta gama. La primera escala del impuesto aplica una alícuota del 20%, que en términos prácticos se traduce en un incremento de alrededor del 25% en el precio del auto. Debido a este recargo, muchas marcas tienden a mantener los precios de sus modelos justo por debajo del límite de la base imponible, evitando que los compradores se vean afectados por el impuesto.
En el último mes, varios modelos de alta gama tenían sus precios «topeados» en torno a los $40.500.000, pero con el nuevo ajuste podrán subir su valor hasta acercarse al límite de $42.400.000 sin caer en la categoría de «lujo». Este fenómeno responde a la estrategia de las concesionarias de adaptar sus precios al margen permitido por la base imponible para maximizar su competitividad.
La segunda escala del impuesto también sufrió modificaciones, con la base imponible elevándose de $52.479.204 a $54.964.204. Esto implica que los autos cuyo precio final al consumidor supere los $78.000.000 estarán sujetos a una alícuota mayor. Este segmento afecta a los modelos más exclusivos y de altísimo valor, que generalmente son adquiridos por un mercado muy específico.
A diferencia de ajustes anteriores, el incremento del 4,74% en la base imponible resulta relativamente bajo. En otros momentos del año, el ajuste trimestral superó el 90%, lo cual había generado inconvenientes para las concesionarias al intentar mantener los precios de los vehículos por debajo del límite impositivo.
El impuesto al lujo no es solo para los autos 0km
Esta actualización también aplica a otros bienes, como motocicletas, embarcaciones y aeronaves, los cuales estarán sujetos a un ajuste similar en función de la evolución de los precios mayoristas. La medida busca adaptarse a las condiciones inflacionarias actuales y evitar que una mayor cantidad de vehículos y productos de alta gama sean gravados con este impuesto adicional.