La gestión de Javier Milei ha lanzado una contundente advertencia a la dirigencia del PRO, en medio de crecientes tensiones en el escenario político. Aunque Mauricio Macri reúne a su espacio para evaluar los próximos pasos en la relación con el Gobierno, desde la Casa Rosada mantienen una postura firme: “No vamos a hacer un acuerdo con quienes voten para cambiar la ley de DNU, no hay ninguna posibilidad”.
Este aviso no es casual y se produce en un contexto de movimientos internos en el PRO que preocupan al oficialismo. En la previa al debate por la modificación de la Ley 26.122, que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), el Gobierno ha seguido con especial atención los rumores de desmarque por parte de algunos diputados macristas, algo que en Balcarce 50 interpretan como un intento “desestabilizador”.
“Quieren quitarle herramientas para que no pueda gobernar”, afirman fuentes cercanas al Ejecutivo, aunque matizan que comparten el espíritu de limitar el uso de los DNU, pero solo si la reforma se aplica a partir de 2031, una vez concluido un hipotético segundo mandato de Milei. Desde la Casa Rosada reiteran que “cualquiera que se sume a esa movida estará enfrente de este Gobierno”, haciendo referencia a los diputados del PRO que podrían usar el proyecto para diferenciarse de La Libertad Avanza (LLA).
Tensiones internas
En el oficialismo no creen que Macri y sus aliados quieran estar del lado de quienes buscan “voltear al Gobierno”, pero reconocen que hay una disyuntiva latente en el PRO. De hecho, cuando el debate sobre la ley comenzó en comisiones, desde el PRO señalaron que, debido a los antecedentes de propuestas similares dentro de su espacio, no tenían margen para auxiliar al Gobierno, algo que el oficialismo aceptó en su momento con la esperanza de utilizar el veto presidencial si fuese necesario.
Pese a las tensiones, el entorno mileista insiste en su intención de alcanzar un acuerdo con Macri para sumar fuerzas, tanto en la Provincia de Buenos Aires como en la Ciudad. “Nosotros estamos convencidos de hacer un acuerdo, sin especulaciones y siendo generosos, aunque no lo necesitemos”, aseguran desde el Gobierno, intentando minimizar el supuesto malestar del macrismo que ha trascendido en los últimos días.
El papel clave del asesor presidencial
En las últimas semanas, Macri y el estratega presidencial Santiago Caputo no han tenido nuevos contactos, tras su última conversación poco después del nombramiento de María del Carmen Tettamanti como secretaria de Energía. En el plano parlamentario, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, ha mantenido contacto con Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO, aunque las últimas reuniones de coordinación no se llevaron a cabo.
El Gobierno también ha generado malestar en el PRO al enviar al Senado los pliegos de 150 jueces sin consultar con su socio aliado, priorizando en cambio acuerdos con gobernadores y sectores del peronismo. A pesar de esto, en el oficialismo no descartan un nuevo encuentro con Macri en los próximos días. Especialmente, tras las declaraciones del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien describió a Macri como “un amigo con quien Milei comparte algún plato de milanesas con ensalada cada tanto”. Y luego de que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se quejara de las críticas “injustas” del exmandatario.