En un contexto de tensiones y ajustes en el sector público debido a la falta de transferencias desde el Estado nacional, el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, anunció un bono extraordinario de $1.300.000 para empleados públicos provinciales, que será pagado en tres cuotas.
El pago del bono se distribuirá en tres partes: dos cuotas de $500.000, la primera a pagarse el 5 de noviembre y la segunda el 6 de diciembre, y una última cuota de $300.000 que será abonada el 3 de enero de 2025. Zamora afirmó en sus redes sociales que esta medida responde a un compromiso con la mesa de diálogo, integrada por representantes de la CGT de Santiago del Estero, en un intento por apoyar a los empleados públicos en la provincia.
El anuncio incluye un respaldo financiero para los municipios, asegurando que el Ministerio de Economía provincial garantizará los fondos necesarios para que los empleados municipales también puedan acceder a este bono. Esto podría interpretarse como una maniobra para evitar disconformidades en los niveles municipales, donde la falta de apoyo nacional ha generado recortes y dificultades.
A diferencia del bono de $400.000 otorgado en 2023, que se abonó en cuatro cuotas de $100.000, este nuevo bono de $1.300.000 implica un esfuerzo considerable por parte del gobierno provincial. En 2023, el gobernador también había implementado otras medidas para paliar la crisis, como un bono de $150.000 en abril, múltiples ascensos y pases a planta permanente en la administración pública.
Aguinaldo completo para el sector público de Santiago del Estero
Además del bono, se confirmó que los empleados de la Administración Pública cobrarán el aguinaldo sin descuentos el 20 de diciembre. Este conjunto de medidas busca apaciguar a los trabajadores estatales en medio de la incertidumbre generada por la situación económica nacional y las políticas de ajuste que afectan las finanzas provinciales.
Si bien el gobierno provincial presenta el bono como un logro y una ayuda, no son pocos los que señalan que estos pagos extraordinarios responden a la falta de políticas de fondo para mejorar las condiciones salariales de los empleados públicos, quienes a menudo ven sus ingresos erosionados por la inflación.