La falta de regulación en torno a la subrogación de vientres en la Justicia argentina abre la puerta a numerosos conflictos legales, éticos y sociales. Los especialistas advierten que la ausencia de una normativa clara sobre esta práctica ha desencadenado problemas en la inscripción de niños nacidos mediante este método. Además, ha suscitado prácticas controvertidas que, en algunos casos, bordean lo comercial. En algunos casos, la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) se ha pronunciado, pero falta una ley que siente jurisprudencia.
La abogada Florencia Daud, experta en bioética y reproducción asistida, sostiene que es fundamental que el país establezca una legislación específica que defina los límites y condiciones de la subrogación. «Es urgente contar con una ley que permita o prohíba la gestación subrogada y que establezca pautas claras». Las opciones podrían incluir regulaciones para que se realice de manera altruista, entre familiares, o incluso en una modalidad comercial bajo condiciones estrictas.
Sin embargo, en la actualidad, el Código Civil y Comercial, que data de 2015, no menciona la subrogación explícitamente. Su artículo 562 establece que los hijos nacidos por reproducción asistida son reconocidos como hijos de quien da a luz. Es decir, independientemente de la voluntad de los padres intencionales.
Una tendencia creciente
En jurisdicciones como Córdoba y Buenos Aires, la práctica de gestación por sustitución ha ido en aumento. En la Ciudad de Buenos Aires (CABA), por ejemplo, una medida cautelar permitía inscribir a los niños nacidos mediante esta técnica como hijos de los padres intencionales sin necesidad de intervención judicial. Durante 2023, bajo esta normativa, se registraron 65 nacimientos, reflejando un incremento del 109% respecto al año anterior. Sin embargo, la suspensión de la cautelar en junio ha generado incertidumbre para los nuevos casos.
La reciente decisión de la Corte Suprema, que rechazó el pedido de dos hombres para ser reconocidos como los únicos padres de un niño nacido mediante subrogación, establece un nuevo precedente en la jurisprudencia argentina. La Corte reiteró que el niño es legalmente hijo de la persona que dio a luz, una norma de orden público que no puede modificarse por acuerdo entre las partes. La sentencia sugiere que, en estos casos, se debería recurrir a una «adopción por integración», donde la gestante ceda en adopción al niño a los padres intencionales. La abogada Marisa Herrera, especializada en temas de familia, considera que esta alternativa genera más complicaciones, especialmente para los niños, quienes deberán atravesar un proceso judicial adicional.
Aspectos éticos y psicológicos
Además de las implicaciones legales, los expertos señalan la necesidad de considerar los aspectos éticos de la subrogación. La psicóloga Lorena Laserre, quien trabaja en el ámbito de la fertilidad y reproducción asistida, subraya la importancia del altruismo en estos casos, ya que el embarazo es un proceso largo y, sin una motivación genuina, puede volverse una experiencia difícil de sobrellevar. «Generalmente, quienes asumen este rol de gestantes cercanas a los padres intencionales muestran una inclinación a ayudar desinteresadamente», explica Laserre, destacando el ejemplo de una paciente enfermera, que también es donante de médula y sangre.
La discusión se extiende también al ámbito internacional, donde la subrogación de vientres se regula de manera diversa. Países como Canadá y Reino Unido permiten solo la subrogación altruista, mientras que en Estados Unidos, algunos estados aceptan también la versión comercial. En cambio, otros países, como Italia y Alemania, prohíben por completo esta práctica, con sanciones penales en algunos casos.
Prácticas cuestionables
Desde una perspectiva nacional, la falta de regulación ha favorecido la llegada de agencias internacionales. Las cuales, a través de clínicas locales, gestionan la subrogación para ciudadanos extranjeros mediante contratos en dólares. Las primeras denuncias sobre estas actividades surgieron este año, cuando se descubrió que una bebé nacida en Argentina mediante subrogación fue temporalmente retirada de la custodia de su madre en Alemania. Este caso, actualmente en investigación, podría sentar precedentes importantes para futuras regulaciones.