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LOTERIAS

El vínculo entre Elvis Presley y los casinos

Elvis Presley y Las Vegas son dos nombres que parecieran ir juntos; de la mano con lentejuelas, luces de neón y música inolvidable, el Rey del rock and roll dejó una profunda huella en Las Vegas, transformándola en lo que es hoy en día.

Elvis Presley es una figura imprescindible de la cultura del siglo XX en todo el mundo. Con un carisma desbordante y un talento perenne, consiguió trascender el estilo de vida agrícola de sus padres para vivir la opulencia y los excesos propios del éxito en el show business

Elvis pareció haber sido marcado por el destino desde el momento en que nació. Su madre, Gladys Love Smith esperaba gemelos. Sin embargo, el primogénito, Jessee Garon fue dado a luz sin vida. Elvis Aaron nació 35 minutos después en buen estado de salud. De esa manera, su destino parece haber sido favorable desde los albores de su vida.

El paso a la historia

Elvis Presley tomó contacto con la música desde muy temprano en la iglesia pentecostal a la que asistía con sus padres. Durante su infancia, se vio afectado severamente por las circunstancias de la Gran Depresión estadounidense y su familia se vio obligada a mudarse de manera continua y recibir ayuda gubernamental y de sus vecinos para sobrevivir. Sin embargo, su talento artístico y su histrionismo eran evidentes entre sus condiscípulos y maestros.

En 1953, la carrera musical de Elvis se erigió de la mano de lo que luego sería la famosa discográfica Sun Records. Esos primeros años, no exentos de polémicas, estuvieron caracterizados por el Rockabilly y la rebeldía, de la mano de la también incipiente televisión. Sin embargo, y quizás injustamente, la imagen de Elvis hoy en día parece estar ligada a la noche, el juego y la ciudad de Las Vegas.

Es que, en julio de 1969, Elvis Presley llevó a cabo un triunfal regreso a los escenarios en el hotel y casino Hilton de Las Vegas. El acuerdo que se estableció con el Hilton se caracteriza por su osadía. De esa manera, Elvis actuaría en una serie de conciertos que pronto supusieron el mayor atractivo de la ciudad de los juegos de azar.

Elvis logró consolidar un espectáculo radicalmente innovador. El cantante complementó su excelsa voz con un grupo de músicos de talla mundial, incluidas coristas y una orquesta completa. La energía irradiada desde el escenario era tangible. No se trataba de una simple actuación, sino de un verdadero acontecimiento en el que Elvis interpretaba tanto sus éxitos consagrados como nuevas canciones. Con esta serie de shows, el cantante logró redefinir el concepto de entretenimiento en Las Vegas.

Elvis y la cultura del casino

El vínculo entre Elvis y Las Vegas, sin embargo, trascendía el escenario. El músico estaba totalmente fascinado con la lógica y las costumbres del casino. En efecto, era posible atisbar a Elvis deambulando por el casino del Hilton muy temprano en la mañana. Gustaba de sentarse en las mesas de Blackjack o en las máquinas tragamonedas. A menudo, Elvis se encontraba rodeado de una multitud de fanáticos y curiosos. No obstante, no era únicamente el juego lo que lo atraía, sino la propia atmósfera de Las Vegas, la ciudad insomne por antonomasia, con sus luces, su energía y su glamour.

Las veladas de Elvis en Las Vegas no culminaban en el escenario. A decir verdad, después de sus actuaciones, gustaba de frecuentar las mesas de juego. Por supuesto que las historias al respecto parecen interminables. Existen anécdotas de Elvis jugando al Blackjack o al Póker hasta la salida del sol, frecuentemente rodeado de una gran cantidad de amistades. La presencia de Elvis en los casinos suponía un acontecimiento en sí mismo. Estas, a menudo maratónicas, sesiones de juego demuestran la pasión el deseo que «El Rey» sentía por vivir cada momento al máximo.

De esa manera, pareciera que Elvis veía el juego como una forma de entretenimiento a partir de la emoción y la adrenalina intrínsecas. Sin embargo, conviene señalar que solía jugar rodeado de amigos y familiares, de manera que es posible establecer que para él se trataba de algo más social que personal.