Eduardo Fidanza, fundador de la consultora Poliarquía, señaló que los políticos deben adaptarse a las nuevas reglas de la política contemporánea, que son impulsadas, principalmente, por emociones fuertes y descontento social. «Los políticos tienen que dejar de ser tan moderados porque con eso no se llega», sentenció Fidanza, quien observó un cambio cultural que ha favorecido el ascenso de figuras populistas de extrema derecha como Javier Milei y Donald Trump.
Fidanza argumentó en una entrevista para Radio Perfil que este fenómeno político está marcado por un «malestar con las élites» y la percepción de que las oportunidades disminuyen bajo el sistema de democracia liberal actual. Para el analista, esta situación se refleja en una polarización social que hoy trasciende las antiguas categorías ideológicas, y en la que el ciudadano de a pie responde más a un sentimiento de resentimiento que a un análisis profundo de las causas estructurales de su malestar.
En su análisis, Fidanza consideró que este «malestar con las élites» no es una problemática nueva, pero sí una que ahora se intensifica por la concentración de poder en una «nueva oligarquía económica» que posee la mayor parte de la riqueza en países como Estados Unidos. «Lo que antes se canalizaba en la lucha de clases, hoy se traduce en resentimiento hacia el vecino», afirmó, aludiendo al cambio en la percepción de los culpables del estancamiento social y económico.
«La revolución tecnológica transformó nuestra manera de interactuar y, en consecuencia, de hacer política», explicó. Esto, según Fidanza, genera una dinámica en la que los líderes deben posicionarse claramente de un lado de la grieta para captar la atención del electorado, alejándose de las narrativas ideológicas para centrarse en discursos emotivos.
Cuando se le preguntó si los políticos deberían mantener una actitud moderada frente a estas nuevas fuerzas populistas, Fidanza fue tajante. «La moderación no va a funcionar; estamos en un mundo de emociones y discursos de odio. Por eso, o retomamos el poder, o construimos un centro de estudios filosóficos», ironizó el analista sobre la poca viabilidad de una respuesta tradicional en este contexto.
Las similitudes de Donald Trump y Milei con Cristina Kirchner
Para Fidanza, una figura que ilustra bien este enfoque es Cristina Kirchner, quien, según él, ha sabido entender el juego de la polarización y mantiene un núcleo de votantes que podría asegurarle una posición estratégica en el tablero político argentino. “Cristina no genera sucesores, y eso la mantiene relevante. Su base de apoyo es fuerte en Buenos Aires, y eso es clave para cualquier aspiración a frenar el avance de Milei”, destacó Fidanza.
«Debemos entender el fenómeno sin caer en extremos de optimismo o pesimismo», comentó, abogando por una narración equilibrada que considere los cambios actuales, pero que también reconozca los logros de la democracia liberal en las últimas décadas.