Muy fuerte fue lo que decidió dar a conocer nada más y nada menos que Camila Camilota, la integrante más famosa de Cuestión de Peso (CDP), el programa que lleva adelante Mario Massaccesi a través de la pantalla de Canal Trece.
Fue en una charla con Ciudad Magazine dónde decidió hablar de la muerte de su madre. Y es que la hermano de Thiago Medina se refugió en el amor de Karina, a quien se encargó de definir como su «madrina». «Ella es mi madrina pero es un título que le puse yo. Ella me conoció cuando yo tenía 9 años. Era compañera de mi papá en una remisería en Ramos Mejía», sostuvo.
«En ese momento mis hermanos y yo vivíamos con mi papá. Éramos tres chicos. Mi mamá nos había dejado con mi papá para que él nos críe y nos pueda dar una mejor calidad de vida, pero bueno, yo no era nada tranquila. Entonces un día, Karina hablando con mi papá se enteró que me tenía que hacer ver por un tema de una disminución en la audición que tengo, pero él trabajaba de noche. Me tenía que llevar al médico y comprar unos medicamentos que costaban una fortuna», apuntó la integrante del ciclo de Mario Massaccesi.
«En ese tiempo no había mucha plata. Vivíamos al día. La cosa es que me acuerdo que todos sus compañeros pusieron un poco para que mi papá me pueda comprar los remedios. Y ahí conocí a Karina», sostuvo Camila Camilota.
«Ella es lo más, la amo. Mirá, yo vengo de muy de abajo y ella siempre me inculcó que siga estudiando y así terminé el secundario a mis 28 años, por ejemplo. Y muchas otras cosas buenas gracias a ella, creo que es como un ángel. Le digo a ella a veces: ‘Tía, ¿qué sería de mi vida si no te hubiera conocido?’. Quizás ya tendría hijos o no, no sé. Pero no sé si estaría esta Camila que hoy está hablando acá», explicó.
«Es como mi segunda mamá realmente. No quiero llorar, pero me emociono. Hizo mucho por mí. Sé que muchas veces dejó muchas cosas de lado para atenderme. Viví en su casa, me llevó al colegio, me aguantó todo ese tiempo en el que estuve muy caprichosa cuando falleció mi mamá y se cayó mi mundo. También quiero aprovechar a agradecerle a mi papá, que me dio la oportunidad de conocerla. Fue duro también para él dejarme ir a vivir a otro lado. Ah y me tatué el nombre de Karina acá en el brazo derecho hace dos años», finalizó.