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SOCIEDAD

Falleció la única sobreviviente del derrumbe en el hotel de Villa Gesell

La mujer fue rescatada de abajo de los escombros tras pedir ayuda a los rescatistas por medio de código morse.

Villa Gesell

A los 79 años falleció Josefa Bonazza, la única sobreviviente del derrumbe del Hotel Dubrvonik en Villa Gesell. La mujer, que regresó al Hospital Municipal Felipe A. Fossati por una descompensación, se encontraba en un estado delicado de salud desde el momento del incidente. Por el momento se desconocen los motivos exactos de su deceso, aunque las consecuencias de la caída del edificio de la Costa Atlántica tiene una fuerte influencia.

Cabe señalar que en ese mismo incidente también falleció su esposo, Federico César Ciocchini de 84 años, quien quedó atrapado bajo los escombros. Ella fue la única persona que sobrevivió y pidió auxilio por medio del código morse que le sirvió para ser localizada por los más de 300 rescatistas que se encontraban trabajando en el lugar.

De todos los presentes esa madrugada, siete personas fallecieron, mientras que otras cuatro pudieron escapar antes del derrumbe. Estos últimos eran obreros que estaban trabajando en la refacción no habilitada del hotel de Villa Gesell, por lo que los albañiles y encargados de la obra se encuentran imputados en el expediente que investiga lo ocurrido.

Villa Gesell: el desesperado relato de la única sobreviviente

En una entrevista radical, Bonazza relató cómo fue su rescate y el trabajo que hizo ella para ser encontrada bajo los escombros: «Siempre estuve lúcida. Me encontraba aprisionada y sin posibilidad de moverme. Entonces, empecé a utilizar las técnicas de yoga para poder respirar mejor, aun sabiendo que estaba bajo los escombros», explicó, según NA.

Horas después, sabiendo que ya había un operativo de rescate, la mujer relató qué acción hizo para que pudieran encontrarla: «Comencé a hacer sonidos en código Morse pidiendo auxilio. Marcaba la palabra S.O.S«, indicó la mujer de 79 años que tras varias horas de resistencia logró ver un «haz de luz» que le dio la salida de abajo de los escombros.

Sin embargo, el momento más crítico de ese suceso fue cuando encontró a su marido ya sin vida bajo el edificio en ruinas: «Noté que mi marido no me respondía. En los primeros minutos, le pedí que no se moviera, que ya nos iban a rescatar», recordó la sobreviviente, que sufrió una fractura en su hombro izquierdo y en la muñeca derecha.