El agro, la energía, la minería y los servicios del conocimiento, considerados pilares de la competitividad de la economía de la Argentina, generan solo el 10% del empleo asalariado registrado en empresas privadas. Así lo destacan informes recientes de la Secretaría de Trabajo y del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), que alertan sobre el bajo impacto laboral de estos sectores de alta capacidad exportadora.
Según el informe de Idesa, esta dinámica refleja una problemática conocida como «enfermedad holandesa», un fenómeno económico en el que la apreciación cambiaria vinculada a sectores exportadores competitivos dificulta el desarrollo y la generación de empleo en otras áreas de la economía. Esto afecta especialmente a la industria y el comercio, que enfrentan mayores costos para competir con productos importados.
El peso del agro y los servicios frente al empleo general
El estudio señala que mientras los sectores clave generan apenas 1 de cada 10 empleos asalariados formales, actividades como el comercio, los servicios, la construcción y la industria explican el 90% restante. En concreto, la industria y la construcción representan el 25% del empleo registrado, mientras que el comercio y otros servicios abarcan el 65%.
«Los sectores con alta capacidad para generar divisas, como el agro, la minería y la energía, no tienen el mismo impacto en la creación de empleo, lo que limita las oportunidades para una población laboralmente activa cada vez más grande», explicaron desde Idesa.
Reformas estructurales como solución
Desde el informe advierten que la solución no pasa por una devaluación, sino por impulsar reformas estructurales que reduzcan los costos de producción en el país. Entre las medidas propuestas figuran la eliminación de impuestos distorsivos, mejoras en la legislación laboral, y la promoción de regulaciones que desarticulen prácticas monopólicas.
Aunque el Gobierno actual ha impulsado medidas como el blanqueo de capitales y programas para fomentar la minería y la energía, los resultados en términos de empleo aún no son suficientes para equilibrar la balanza.
Desde Idesa remarcan que con reformas adecuadas impartidas desde el Estado nacional, sectores que hoy tienen dificultades para competir podrían aumentar su producción y generar empleos formales aun con un tipo de cambio bajo.