El Impuesto PAIS, vigente desde 2019, llegará a su fin el próximo 24 de diciembre, según lo establecido en la ley de emergencia económica aprobada durante el gobierno de Alberto Fernández. Sin embargo, la gestión de Javier Milei ya evalúa implementar nuevas medidas para evitar una fuga de divisas ante la creciente demanda de dólares por turismo y compras en el exterior.
Actualmente, el Impuesto PAIS aplica una percepción del 30% sobre la compra de dólares para atesoramiento y consumos en el exterior, lo que llevó el valor del «dólar tarjeta» a $1.650. Con su eliminación, esa percepción desaparecerá, lo que podría abaratar el tipo de cambio para los turistas, algo que preocupa al Gobierno.
Entre las alternativas, se estudia reinstaurar una percepción del 30% o incluso un nuevo impuesto. Sin embargo, estas medidas enfrentan dificultades legales y operativas. Guillermo Michel, extitular de la Aduana, señaló que es complicado aplicar una percepción sobre el Impuesto a las Ganancias o Bienes Personales, ya que la mayoría de la población no tributa el primero, y muchos están exentos del segundo por haber ingresado al Régimen Especial de Ingreso de Bienes Personales (REIBP).
El problema de la alta demanda de dólares en enero que perjudicaría las reservas del Banco Central
La posible eliminación de impuestos generaría un impacto inmediato en el turismo. Según proyecciones de Michel, solo en enero de 2025 podría alcanzarse un récord de consumo de dólares en el exterior, con una salida de hasta 1.250 millones de dólares. Este incremento estaría impulsado por la demanda de turistas que viajan a destinos populares como Brasil y Uruguay, beneficiados por el tipo de cambio y la devaluación del real.
Por otro lado, el extitular de la Aduana advirtió sobre las demoras del sistema en devolver las percepciones. Hasta el primer semestre de 2024, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) acumulaba deudas de 147 millones de dólares con contribuyentes, con plazos de devolución que oscilaban entre 6 meses y un año. Esto plantea dudas sobre la efectividad de nuevos adelantos impositivos.
En paralelo, la eliminación del Impuesto PAIS también beneficia a quienes realizan compras online en el exterior, ya que productos de bajo costo dejarían de estar gravados con el 30%. Esto podría incentivar el consumo de bienes importados, generando un nuevo desafío para la acumulación de reservas del Banco Central.
A pesar de las críticas, desde el Gobierno aseguran que no incumplirán la promesa de no aumentar impuestos, aunque reconocen que la eliminación del Impuesto PAIS podría ser reemplazada por otro mecanismo que permita equilibrar las cuentas fiscales y evitar una sangría de dólares.