La Policía Federal de Brasil concluyó que Jair Bolsonaro, expresidente del país, tuvo «plena conciencia» y «participación activa» en un intento de golpe de Estado en 2022. El informe de más de 800 páginas señala que el objetivo era impedir la asunción de Lula da Silva como presidente. Tras la publicación del documento, se espera que la Fiscalía presente una denuncia formal contra Bolsonaro, quien podría enfrentar hasta 28 años de prisión si es condenado.
El informe detalla que Bolsonaro no solo conocía el plan, sino que también «planificó, actuó y tuvo dominio directo y efectivo» sobre la estrategia. La conspiración habría comenzado tres años antes de las elecciones de 2022, pero no se materializó debido a la resistencia de los jefes del Ejército y la Fuerza Aérea, quienes rechazaron las presiones del expresidente.
Complicidad militar y objetivos oscuros
Según la investigación, algunos oficiales de la Marina colaboraron con Bolsonaro, llegando a poner tanques a su disposición. El informe también incluye detalles alarmantes sobre un plan para envenenar al presidente Lula, al vicepresidente Geraldo Alckmin y al magistrado Alexandre de Moraes, quien lidera las investigaciones relacionadas con el golpe.
El ataque del 8 de enero de 2023, cuando manifestantes invadieron edificios gubernamentales en Brasilia, es parte del caso. Según los investigadores, este evento fue el desenlace de una serie de complots que incluían operaciones de inteligencia paralela para desestabilizar al gobierno electo.
Hasta ahora, Bolsonaro y su entorno habían minimizado las acusaciones, alegando desconocimiento. Sin embargo, este informe lo coloca en una lista de 37 personas que la policía considera responsables de «abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado y organización criminal».
El fiscal general Paulo Gonet tiene la tarea de decidir si somete a juicio al expresidente o archiva la investigación. De proceder, este caso podría convertirse en uno de los juicios más importantes de la historia reciente de Brasil, con implicaciones profundas para la política y la democracia del país. La publicación del informe amplifica la presión sobre Bolsonaro, quien enfrenta además otras investigaciones por corrupción y abuso de poder.