El Gobierno nacional anunció una reestructuración integral del Fondo Nacional de las Artes (FNA) que depende de la Secretaría de Cultura para rediseñar el organismo que, hasta ahora, destinaba el 72% de su presupuesto a gastos operativos. El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, explicó en sus redes sociales que el Fondo priorizará el otorgamiento de créditos denominados en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA) como su principal mecanismo de promoción artística.
La medida se oficializó a través del Decreto 1029/2024 publicado en el Boletín Oficial. Sturzenegger declaró que el financiamiento provendrá de donaciones privadas y las ganancias generadas por estos créditos, eliminando otras fuentes tradicionales. «Se busca un FNA sustentable en beneficio de los artistas y no de la burocracia», sostuvo el funcionario.
El decreto también establece qué actividades podrán acceder al FNA, abarcando disciplinas como artes plásticas, arquitectura, cine, teatro, música, danza, literatura, y expresiones folclóricas. Sin embargo, restringe los recursos a quienes cumplan con «finalidades de superación artística», asegurando que no se desvirtúe el uso de los fondos.
En cuanto a los créditos, se incluyen diversas modalidades como créditos grupales con responsabilidad solidaria, garantías en obras de arte o ingresos futuros de los artistas, y anualidades temporales. Sturzenegger detalló que esta estructura permitirá financiar a creadores durante los primeros años de su carrera, priorizando la sustentabilidad del Fondo.
Reducción de personal en el FNA
Otra novedad es que el FNA podrá recibir donaciones y legados para programas específicos o actividades regulares. Además, se redujo un 25% de su personal y el Consejo Directivo, anteriormente remunerado, pasará a trabajar ad honorem. «El kirchnerismo había asignado abultados sueldos al Consejo, pero ahora la estructura será más eficiente», afirmó el ministro.
La medida generó controversia en el sector cultural, ya que implica un cambio radical en el acceso a subsidios y becas, reemplazándolos por créditos. Según el Gobierno, el objetivo es «evitar que el Fondo sea una carga para el sector cultural y que realmente ayude a los artistas».
Sturzenegger concluyó que el rediseño permitirá al FNA enfocarse en «ofrecer oportunidades sin regalar dinero», buscando un modelo de financiamiento que elimine la dependencia del organismo de recursos estatales y fortalezca su autonomía financiera.