Carmen Barbieri decidió contar lo que vive y se sinceró frente a las cámaras de El Trece. Además de realizar «Mañanísima», la conductora se prepara para encabezar «Poco Correctos» y habló de cómo se prepara para el relanzamiento del programa de actualidad.
“Me da alegría que me llamen, que me tengan en cuenta para trabajar. Y ahora en Poco Correctos a la tarde”, expresó la «Leona». Por otro lado, Carmen Barbieri se refirió al ritual que lleva adelante: Antes de empezar a trabajar me persigno. Toco este anillo y le pido a los que no están físicamente, pero que están conmigo por todos lados, que me ayuden a hacer un buen programa, a llegar a la gente como soy”.
“En este nuevo Poco Correctos vamos a ver siempre la actualidad, a hablar cosas importantes. Pero nos vamos a meter en la casa y en la vida de mucha gente que tiene una vida muy rica. La gente, los argentinos, que la venimos peleando y luchando hace muchos años para salir adelante», explicó la conductora sobre el contenido del programa.
Luego, Carmen Barbieri indicó: “Cuando te metés en un programa que ya está localizado, metido, ya está comprado, tenés una responsabilidad muy grande. Me encanta contar lo que la gente no ve, lo que hablamos en los cortes”.
Sentido relato
En su última aparición en el programa de Mirtha Legrand, Carmen Barbieri se refirió a la recuperación de Fede Bal luego de afrontar un diagnóstico complejo. A partir de ahí creo en los milagros, por supuesto en los médicos. Dios, alguien supremo que manejó esas manos. El doctor Luis Caro se encarga del cáncer, especialmente del cáncer de colon. Si te hacés los estudios prevenís todo a tiempo. Pasaron siete meses, me tocó el timbre, seguíamos en pandemia. Bajé con barbijo, con una bata», comentó la famosa.
A continuación, Carmen Barbieri señaló: «Yo sabía que iba a buscar sus estudios. Me dijo ‘estoy sano, voy a seguir siendo un paciente oncológico toda la vida, pero no tengo nada, entraron con la máquina y ni siquiera está la cavidad donde estaba el tumor. No hay nada’. Los médicos no pueden creer que no hay nada, ni una marquita donde estuvo alejado el tumor».