El ministro de Economía Luis Caputo ha expresado su preocupación ante la continua expansión de las cajas de seguridad privadas en Argentina, a pesar de las medidas implementadas con el blanqueo de capitales. Según datos recientes, el negocio ha crecido de manera sostenida, impulsado principalmente por el cierre de sucursales bancarias, y no se ha visto significativamente afectado por las iniciativas de blanqueo financiero.
De acuerdo con la Cámara Argentina de Empresas de Servicio de Alquiler de Cajas de Seguridad (Caesacs), actualmente operan 14 empresas en el país, sumando más de 30 locales. Este crecimiento contrasta con la disminución de bóvedas en los bancos tradicionales, que han cerrado numerosas sucursales.
Las cajas de seguridad privadas ofrecen una alternativa para quienes buscan resguardar sus bienes, principalmente dólares billete. Los precios de alquiler parten desde los 35.000 pesos mensuales, y se estima que ya cuentan con más de 40.000 clientes a nivel nacional.
Expansión local e internacional
El negocio de las cajas de seguridad privadas no es exclusivo de Argentina y tiene sus raíces en Europa y Estados Unidos, donde se utilizan principalmente para guardar joyas y alhajas. En el país, la empresa pionera Hausler lanzó su primer servicio hace una década. Ignacio Serrano, director de marketing, reconoce que el enfoque principal es el resguardo de dólares.
Las empresas de cajas de seguridad privadas han desarrollado activos competitivos para diferenciarse de los bancos tradicionales. La mayor seguridad es una de ellas. Hausler, por ejemplo, fue pionera en introducir bóvedas automatizadas desde Alemania, que funcionan como terminales de autoservicio con validación biométrica, reduciendo el contacto humano y aumentando la seguridad.
La comodidad también es una ventaja clave. Juan Piantoni, fundador de Ingot, destaca que cuatro de sus cinco sucursales operan las 24 horas del día, los 365 días del año, permitiendo a los clientes acceder a sus cajas en horarios flexibles.
La expansión de las cajas de seguridad privadas no se limita a la capital. Empresas como Fortress han ampliado su presencia a ciudades del interior como Mar del Plata, Pinamar y Gesell, donde los bancos han dejado de ofrecer servicios de cajas de seguridad. Ariel Medinilla, socio de Fortress, señala que la demanda ha crecido exponencialmente desde la apertura de nuevas sucursales a principios de 2021, especialmente durante la temporada alta de verano, cuando las familias buscan resguardar sus bienes durante las vacaciones.
Alta estacionalidad
El sector de las cajas de seguridad privadas presenta una marcada estacionalidad, similar a negocios como las heladerías o la venta de cerveza. Durante el verano, la demanda de cajas de seguridad se incrementa significativamente, llegando a crecer hasta un 30% cada mes desde noviembre hasta marzo. Esta tendencia coincide con las vacaciones, cuando muchas familias optan por resguardar sus bienes en cajas de seguridad.
Impacto del blanqueo de capitales
Ignacio Serrano, director de marketing de Hausler, explica que el blanqueo ha tenido un efecto neutro en el sector. Si bien ha habido algunos cierres de cajas, también se han registrado aperturas y un aumento en el alquiler de salas de negocios, lo que ha compensado las pérdidas.
“Para nosotros, el blanqueo tuvo un efecto neutro. Si bien hubo algunos cierres de caja, también continuaron las aperturas y creció el negocio de alquiler de salas de negocios, que ofrecemos para que la gente cierre escrituras, y en muchos casos, esos clientes terminan contratando una caja”, señaló Serrano.
Medinilla añade que, aunque se registraron algunas bajas, no fueron significativas ya que la demanda sigue siendo alta y es difícil volver a conseguir una caja una vez que se ha cerrado una.