Catamarca.- (Por Juan Carlos Andrada).- Mientras se viva de la mentira, no hay futuro. Pasa con la minería pero también con el turismo en Catamarca. Quienes visitan la tierra de la Virgen del Valle terminan enamorados de sus paisajes, pero el nivel de improvisación y la falta de servicios exponen las ficciones de las propagandas oficiales que perjudican aquello que promueven convirtiéndose en una contradicción en sí mismo.
Jamás creyeron en Catamarca, perjuicio de la política. Mentir, tarde o temprano, conlleva el enorme costo de las oportunidades perdidas. Todo curro. Promocionaron con Marley y Facundo Arana, por ejemplo, un producto que no hay. Para avanzar en la temática hay que poner entre paréntesis el “potencial turístico” de Catamarca que no está en discusión y hablar con la verdad sobre la infraestructura y servicios en particular en el interior provincial.
Atento a la cantidad de gente que visita Catamarca, más que otro análisis oficial solapado, el turismo demanda “sinceridad” en el análisis y, por supuesto, acciones. Solo para reforzar la idea principal: Todos encantados con los paisajes de Catamarca, pero tanta improvisación implica reconocer que jamás se pensó a largo plazo, que vendieron humo todo el tiempo y que no hubo una política turística en serio. Un bumerang.
La contradictoria realidad en los departamentos
Tomo 2 o 3 aspectos de los departamentos más visitados, porque profundizar requerirá de otra nota pero Antofagasta de la Sierra, por ejemplo, un lugar tan bello que parece de otro planeta, no tiene agua potable y cuando la comunidad cuenta con el líquido elemento, sobran los casos de diarrea y vómito. Por otro lado, si no hay controles en materia turística, los guías venden varias excursiones el mismo día para hacer más plata en el menor tiempo posible, y para ello vuelan en las camionetas arriesgando la vida de los turistas en caminos peligros donde no deberían superar el máximo de velocidad de 40 o 60 km/h.
En Fiambalá, uno de los distritos paradisíacos de Catamarca, el estado de las rutas es lamentable, nadie quiere romper el vehículo estando de vacaciones y lejos de casa. Los lugares son bellos pero los caminos intransitables. La telefonía es un drama. Tema aparte el costo de las cosas, todo tiene “precio minero”. Caro. Con tarjeta 15 o 20 % más.
Guías sin habilitación, sin médicos ni camionetas en condiciones
En esa zona cordillerana donde se hace deportes extremos no hay médicos y menos un traumatólogo. Es piedra libre para los guías, con personal que no está habilitado, camionetas que no están en óptimas condiciones y en caso de emergencia sin tubo de oxígeno, sin que el prestador de servicio haya hecho cursos de primero auxilios. Sin señal o casi nula comunicación. Igual o casi igual que Antofagasta.
Tinogasta también ofrece alojamiento pero hay algunas casas donde la cucaracha más chica te puede robar la almohada. Si falta calidad en los servicios, es porque faltan controles o higiene. Asimismo, hay una sola estación de servicio que colapsa, son cuadras de cola para cargar combustible. No se encuentran comercios abiertos, aun sabiendo que llegarán turistas. No se escuchan turistas elogiando la gastronomía o diciendo que se come bien.
La cantidad de construcciones que se hicieron, que se ofrecen como alojamiento, no cuentan con un plano presentado en la Municipalidad. No existe el control de ningún tipo. En San Fernando del Valle de Catamarca, los hoteles se quedan sin agua. Datito: algunos ya cerraron y no volvieron a abrir, como el Hotel Colonial o el Comodoro. Ante los corte de energía, raro el que tiene grupo electrógeno.
En El Rodeo se construyó la Virgen más grande pero no hay donde dormir, no hay donde tomar un café ni tampoco cómo mandar o recibir un whatsApp. Abren solo para la semana del Estudiante, Enero y algunos días de Febrero. Las alarmas para advertir sobre la creciente del río no están funcionando por “falta de mantenimiento”. Se hace largo, pero podríamos seguir todo el día. Llegan los contingentes por la ruta 40 para darse con la desagradable sorpresa que no hay un baño disponible.
La ausencia de fiscalización turística en Catamarca
Toda actividad requiere de acompañamiento y control. Acompañamiento para lo bueno y control para corregir lo que está mal. En el caso del turismo, es casi una bandera de lo que se viene haciendo mal en Catamarca. Ni se acompaña como se debe ni se controla como corresponde. El principal responsable es el área de Fiscalización turística de la provincia. Esa entidad es la que tiene que controlar la calidad de los servicios que se prestan.
El turismo no es una actividad que cualquiera la pueda realizar sin haberse capacitado, si a eso le agregamos que no hay fiscalización, no hay forma que se haga bien. A la par de eso, tenemos el tema impositivo laboral. No hay registro en blanco de los trabajadores (negreados). Contratan gente como si fuera personal doméstico pero no hay empleados en blanco. No se entiende cuáles son los roles y a lo elemental tampoco se lo cumple.
El que va a prestar el servicio tiene que tener un seguro, porque así, si a alguien le pasa algo, que Dios te ayude. Sin duda, no hay provincia como Catamarca pero no estamos preparados. La gente quiere “aprovecharse del turista”, no comprende que se puede “vivir del turismo”. Hoy estamos disfrutando del boom turístico pero vamos a “caer” o vamos a “chocar”.
Es al revés, primero es el producto y después la promoción. Ergo, plata de las arcas del Estado tirada con Marley y Facundo Arana, porque promocionaron algo que Catamarca no tiene pero se ve que a estos famosos tampoco les importó la verdad, solo el conchabo.