El Gobierno de Javier Milei está avanzando en su propuesta de transferir la gestión de hospitales nacionales a las provincias, argumentando que la responsabilidad de la Salud corresponde a las distintas jurisdicciones. Sin embargo, esta iniciativa ha encontrado resistencia por parte del gobierno provincial de Axel Kicillof, que alberga la mayor parte de los hospitales nacionales, generando un nuevo foco de tensión entre ambas administraciones.
Las conversaciones entre el ministro de Salud nacional y el correspondiente de la provincia han sido infructuosas, ya que no se ha logrado ningún punto de acuerdo. La provincia solo aceptaría el traspaso de los hospitales si se garantiza el total de los fondos necesarios para su funcionamiento por parte del Gobierno nacional, una condición que ha sido descartada por la Casa Rosada.
La gestión de Milei propuso una reducción gradual de la participación estatal en el presupuesto de estos hospitales, con la intención de completar el traspaso en un periodo de cuatro años. Este plan se enfoca principalmente en el Servicio de Atención Médica Integral para la Comunidad (SAMIC). Programa donde actualmente el Estado nacional aporta aproximadamente el 70% de los fondos, mientras que el 30% restante proviene de aportes provinciales y municipales.
Privatización o tercerización
Ante el rechazo de la provincia, se están considerando alternativas como la privatización o la tercerización de los servicios en los hospitales nacionales. Estas opciones están siendo analizadas en modelos de funcionamiento de otros países, incluyendo España. Además, se está evaluando cómo manejar una deuda millonaria relacionada con aportes no realizados por la provincia al sistema SAMIC.
La provincia de Buenos Aires, que alberga la mayor parte de los hospitales financiados por el gobierno nacional, ha manifestado su rechazo firme a cualquier forma de traspaso gradual. Las autoridades provinciales argumentan que no cuentan con los recursos necesarios para enfrentar los costos adicionales. Además, cualquier intento de transferencia sin la correspondiente asignación de fondos comprometería la operatividad de los centros de salud.
En respuesta a esta negativa, el Gobierno nacional está desarrollando un «plan B» que incluye la posibilidad de privatizar o tercerizar servicios. Por ejemplo, en hospitales como el Posadas, que atiende a aproximadamente un millón de personas anualmente. Para avanzar con estas opciones, se están revisando modelos exitosos de otros países. Además, se asegura que el funcionamiento de los hospitales estará garantizado en el presupuesto del próximo año. Evitando así que los ciudadanos queden sin atención médica.
Cómo avanza el plan en otras provincias
La situación también ha generado debates sobre la sostenibilidad del sistema de salud público y la necesidad de encontrar un equilibrio entre la gestión estatal y provincial. Mientras tanto, la coordinación con otros hospitales nacionales en provincias como Santa Cruz y la Ciudad de Buenos Aires sigue en curso. Aunque con diferentes niveles de aceptación por parte de las autoridades locales.
El conflicto entre Nación y la provincia de Buenos Aires sobre la gestión de los hospitales nacionales refleja las tensiones políticas y económicas actuales. Poniendo en evidencia la complejidad de reformar el sistema de salud en un contexto de diferencias jurisdiccionales y financieras.