El expresidente de Uruguay, José Pepe Mujica, realizó duras críticas a varios líderes latinoamericanos, en especial a los que están más cerca del socialismo. Entre los más cuestionados están Cristina Kirchner, Nicolás Maduro, Lula Da Silva y Evo Morales, toda una rama de dirigentes cercanos al peronismo que comparten una visión ideológica y estratégica.
El exmandatario uruguayo consideró la llegada de Cristina Kirchner al frente del Partido Justicialista (PJ) como un retroceso para el peronismo: «Ahí está la vieja Kirchner en la Argentina, al frente del peronismo. En lugar de ponerse de vieja consejera y dejar nuevas generaciones, no, está jodiendo ahí. ¡Cómo les cuesta largar el pastel!«, criticó.
Las pequeñas discusiones entre Pepe Mujica y la expresidenta de Argentina tienen varios episodios. Sin embargo, esto nunca generó un conflicto severo entre los países y funcionarios, aunque es un caso específico porque con Bolivia la tensión elevó a mayores cuando puso el foco en Evo Morales: «En la vida hay un tiempo para llegar y otro tiempo para irse (…) Lo de Evo es inconcebible«, señaló.
Seguido a esto, el dirigente uruguayo lamentó la falta de renovación en la política de Brasil, por más que ahora esté al frente Lula Da Silva, con quien comparte una estrecha relación: «Lula está cerca de los 80 años y no tiene repuesto. Esa es la desgracia de Brasil», subrayó el líder del Frente Amplio en una entrevista realizada por AFP.
El autoritarismo en América Latina
Continuando con sus críticas, Pepe Mujica decidió ampliar el sentido de sus declaraciones y las llevó hacia el autoritarismo en América Latina, sin ninguna referencia específica: «El autoritarismo es un paso atrás. Lo vivimos históricamente cuando Estados Unidos se metía en todos lados», recordó el expresidente uruguayo, quien aclaró que las propias naciones son quienes se meten en los conflictos.
Ahora sí puso un ejemplo concreto y es el de Venezuela, país del cual aclaró que Nicolás Maduro no es de izquierda ni se asemeja a Chávez, pero que nadie del exterior puede intervenir en una solución: «Tengo íntima discrepancia con los regímenes autoritarios. Lo que no avalo es la intervención de afuera. Los problemas de Venezuela los tienen que resolver los venezolanos. Y en todo caso hay que ayudarlos. Pero no meterse», aclaró.
Por el contrario, planteó: «A los cubanos los pongo aparte. No porque tengan razón. Es que definieron hace como 70 años la dictadura del proletariado y un partido único. Y nosotros tenemos relaciones con China y con Vietnam, y no nos hacemos ningún problema. Entonces banquemos esa situación. Yo no estoy de acuerdo con eso, porque no da resultado».