El director general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, protagonizó un controversial cruce con el periodista Eduardo Feinmann, al tratar de justificar el uso de libros con escenas sexuales explícitas que se distribuyen en colegios bonaerenses. La discusión surge tras la denuncia de padres y comunicadores en redes sociales, que se mostraron indignados al conocer el contenido de estas publicaciones. Sin embargo, Sileoni optó por minimizar las críticas y continuar defendiendo un programa que, lejos de ser pedagógico, muchos consideran inapropiado y sin sentido para la educación de los adolescentes.
“Esto no es pornografía, esto es literatura”, afirmó Sileoni durante una entrevista en Radio Mitre, tras la ola de indignación que se desató cuando se reveló el contenido de los libros en cuestión. Sin embargo, el funcionario no logró convencer al conductor de que las escenas explícitas, como la descripción de actos sexuales que incluye «Cometierra», fueran apropiadas para el ámbito escolar. En lugar de escuchar las quejas de los padres, Sileoni respondió con una postura que parece buscar polemizar y defender la decisión de Axel Kicillof y su gestión educativa.
Un ejemplo grotesco al aire
Feinmann leyó un fragmento del libro “Cometierra” durante la entrevista: “Ezequiel se quitó la camisa. Con la mano libre se desabrochó el cinturón. La otra mano se cerró en mi nuca. No me podía mover. Tiró de mí. Sacó su (…) por encima del bóxer y me la acercó a la boca”, y preguntó: “¿Esto es literatura para usted? ¿En serio?”. Ante este interrogante, Sileoni respondió con evasivas, mencionando obras clásicas como “El Cantar de los Cantares” o “Madame Bovary”, intentando justificar el contenido.
El debate no terminó ahí. Sileoni intentó argumentar que la escuela “es un buen lugar para escuchar a los jóvenes que a veces son poco escuchados en sus casas”, y sugirió que las críticas de Feinmann eran un “tiro por elevación al gobernador”. La respuesta de Feinmann fue tajante: “Al gobierno de la provincia de Buenos Aires”, dejando en claro que el rechazo era hacia toda la gestión educativa que lidera Kicillof.
Críticas a la gestión educativa
Durante la entrevista, Feinmann también cuestionó la distribución del libro “Infancias libres. Talleres de actividades para educación de géneros”, a lo cual Sileoni respondió que ese material no estaba destinado a los alumnos, sino a los docentes. Pero esta explicación no logró calmar las aguas. Y es que muchos se preguntan cuál es el criterio de selección de estos contenidos y por qué se insiste en exponer a los menores a materiales tan controvertidos.
En otra parte del debate, Sileoni aseguró que la escuela “no niega la diferencia entre el hombre y la mujer, no enseña prácticas sexuales, no alienta la homosexualidad o la transexualidad”, y agregó: “La escuela te acepta como sos y en eso es mejor que la sociedad”. Sin embargo, sus palabras no lograron ocultar el hecho de que las decisiones del gobierno bonaerense están alejadas de las preocupaciones de muchas familias. Las cuales exigen ser escuchadas y tenidas en cuenta a la hora de definir qué tipo de contenidos llegan a sus hijos.
“¿No sería mejor que esto no esté en las bibliotecas de los colegios de la provincia de Buenos Aires? ¿Y dejar esto a los padres? Que los padres sean los que permitan o no leer este tipo de cosas”, cuestionó Feinmann. La respuesta de Sileoni, lejos de ofrecer un consenso, fue contundente: “Los padres a veces están y a veces no están. Entonces no es contra los padres, es a favor de las adolescencias, no es en contra de la familia”.