El proyecto de Democracia Sindical no logró avanzar en la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados. Con 15 votos a favor, la iniciativa quedó a solo una firma de alcanzar la mayoría necesaria. Este desenlace que consolida la resistencia de la CGT y representa un duro golpe para los impulsores del proyecto y para Javier Milei. Martín Tetaz, titular de la comisión, reconoció la derrota y destacó la estrategia de Sergio Palazzo, quien retiró el dictamen de rechazo, complicando aún más las posibilidades de los promotores del texto.
El proyecto, que buscaba poner fin a la reelección indefinida de los dirigentes sindicales, proponer mayor transparencia financiera y democratizar las obras sociales, recibió el respaldo de legisladores del PRO, la UCR, la Coalición Cívica, Innovación Federal y La Libertad Avanza. Sin embargo, el número de apoyos no alcanzó los 16 necesarios para avanzar hacia el recinto.
La CGT respira aliviada tras este revés, y la noticia llega justo cuando su mesa chica se reúne para evaluar sus próximos pasos en un escenario político cada vez más tenso. Desde las 15:30, los principales referentes sindicales debatirán en la sede de UPCN, mientras las posturas dialoguistas intentan ganar terreno frente a las facciones más combativas que presionan por una medida de fuerza.
Cambio en la estrategia
Los cinco legisladores libertarios que integran la comisión habían retirado inicialmente su apoyo al proyecto por indicaciones del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, tras un pedido explícito del sector dialoguista de la CGT. No obstante, en los últimos días, las conversaciones entre Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO, y Martín Menem, titular de la Cámara Baja, lograron recuperar ese respaldo, aunque no fue suficiente para inclinar la balanza.
La negativa de los legisladores de Hacemos Federal, encabezados por Miguel Ángel Pichetto y Jorge Ávila, también resultó determinante. Ambos reafirmaron su postura en sintonía con los intereses sindicales, como lo habían hecho en abril al intervenir en la reforma laboral. A pesar de los esfuerzos por retomar el proyecto, su tratamiento en sesiones extraordinarias no estaba asegurado, lo que habría prolongado aún más el debate.
Pablo Moyano respira aliviado
Mientras tanto, la CGT, fortalecida por este desenlace, ajusta su estrategia. Pablo Moyano, uno de los principales referentes del ala dura, anticipó que se trabaja en la organización de un paro general para diciembre. La medida, que podría incluir una movilización masiva, busca rechazar las políticas económicas del gobierno de Milei y sumar apoyo de diversas organizaciones sindicales y sociales.
Este desenlace político deja al proyecto de Democracia Sindical en un limbo legislativo, frenado por la falta de consenso y los intereses encontrados, marcando un nuevo capítulo en el enfrentamiento entre el oficialismo y el poder sindical.
