No hay dudas de que Pedro Alfonso y Paula Chaves son una de las parejas más destacadas del mundo del espectáculo, y es que se trata de una de las más consolidadas. El productor y la modelo iniciaron su historia de amor diez años atrás, cuando se conocieron en la pista del Bailando por un sueño, el reality conducido por Marcelo Tinelli.
«Paula, ¿sos chueca?», fue la frase que inició todo y desde ahí no se separaron nunca más. Si bien al principio de su relación muchos creían que ambos fingían para tener más tiempo de pantalla en el Bailando y conseguir más popularidad, pronto demostraron que realmente estaban enamorados y formaron una gran familia junto a sus tres hijos.
Sin embargo, después de 10 años juntos, Pedro Alfonso y Paula Chaves tomaron una contundente decisión que dejó a más de uno con la boca abierta. “Vamos a vivir en cuartos separados”, anunció el productor, que según explicó, se debe a que «supuestamente ronca». «Te grabé», retrucó la modelo para demostrar que tiene pruebas de lo que hace su marido.
Todavía dudoso sobre la decisión de dormir en cuartos separados, Pedro Alfonso lanzó: “No vas a conocer mi cuarto”. “Nos vamos a llevar mucho mejor”, señaló por su parte Paula Chaves. Entonces, le preguntó: “¿Por qué empezamos a tomar en dos mates?”. “Porque tardás mucho”, replicó él, a lo que la modelo señaló: “¿Y estamos mal por eso? No, estamos re bien, compartimos un termo».
“El matrimonio tiene que ser así. Busquemos la forma, no te estructures. Si nosotros la pasamos bien, nos reímos, nos divertimos”, afirmó Paula Chaves. Lejos de convencerse, Pedro Alfonso analizó la frase “cada mañana el sol nos dio en la cara al despertar” del tema Me va a extrañar de Ricardo Montaner y manifestó: “¿Ves? Están los dos juntos en un cuarto».
Paula Chaves abrió su corazón
En una reciente entrevista Paula Chaves se sinceró como nunca y relató: «Mi mamá cuando se separó de mi papá cayó en una depresión muy grande y se volcó al alcohol, tuvo muchos años de una adicción muy fuerte al alcohol y a los antidepresivos, un combo letal, muy fuerte. Pasamos por un montón de estados. Un poco me hice cargo de mis hermanos Delfina y Gonzalo, mamá la estaba pasando muy mal y nosotros por ella. Odio, amor, odio, no entender, no poder creer».
«Después con los años entendí que ella venía de su pueblo, de Lobos, a Buenos Aires, se casó con su marido, entregó su vida entera a la crianza de sus hijos y de su casa. Y de un día para el otro se le terminó todo porque se separó de mi papá y no encontró rumbo en su vida, ni siquiera en sus hijos. Me acuerdo de ir con mi panza enorme embarazada de Baltazar a internarla a una clínica psiquiátrica para adictos. Yo decía ‘¿por qué me está pasando esto?’», relató.