A la hora de imaginar un Pinot Noir fino, lo más probable es que Borgoña sea lo primero que viene a la mente. Aquella región francesa produce algunos de los más soberbios ejemplares Pinot Noir en el mundo. No obstante, desde el norte europeo llega un ejemplar del Pinot Noir alemán en su máxima expresión. En efecto, el Spätburgunder, como se lo conoce, se acerca para arrebatar la corona a Francia.
El ascenso del Pinot Noir alemán
Los productores vitivinícolas teutones tienen un estupor romántico con los tintos de Borgoña. Ello se evidencia en el afán que han manifestado para recrearlo en su Alemania natal. A lo largo de las últimas dos décadas, el Pinot Noir alemán atravesó una dramática transformación ascendiendo a nuevas alturas tanto en elaboración como en reconocimiento mundial. Las excelentes añadas de los últimos años son el resultado de años de calibración fina y adaptación. Los productores alemanes parecen haber convencido a la indomable uva para que aprenda a comportarse.
“Alemania es la región más excitante del mundo en lo que respecta a Pinot,” declara Robert Dentice, un célebre coleccionista de vinos. “Son únicos en su propio derecho y (los vinos) están mejorando vertiginosamente debido a la pasión de los cultivadores, al cambio climático y al aumento en el conocimiento adquirido por trabajar o visitar Borgoña, todo lo cual es compartido entre los colegas».
Inicialmente, la cosecha del 2022 en Alemania parecía ser deslucida en razón de una extendida ola de calor. El uniformemente caluroso verano trajo consigo una sequía prolongada, causando que muchos viñedos se marchitaran debido a la falta de agua en vez de madurar sus frutos.
De manera fortuita, las principales regiones de viñedos tintos recibieron momentos de alivio. En el efecto, la zona de Ahr, situada al oeste de Alemania, disfrutó de lluvias esporádicas durante julio y agosto. Ello benefició sensiblemente al Spätburgunder, decantando en una excelente cantidad y calidad. Similar fue el caso de Baden, que recibió a las lluvias en agosto. De esa forma, consiguieron una sobresaliente cosecha de un 13% más en promedio, y de un 50% más que el año anterior.
Así y todo, la añada 2022 para los tintos y, particularmente Pinot Noir, exhibe un balance armonioso entre madurez, elegancia y complejidad, con acidez y graduación alcohólica moderadas. En dos palabras: es especial. Los Spätburgunders hacen gala de texturas sedosas y acabados expresivos y duraderos. Todos los elementos que se pretenden en un Borgoña de primer nivel, pero con un fresco giro alemán.
Productores de Spätburgunder y algunos ejemplares a considerar
Durante el agosto pasado, en un evento de cata de vinos premium organizado por la Verband Deutscher Prädikatsweingüter (VDP), una organización que promociona a los vinos y estancias más importantes de Alemania, hubieron algunos nombres que llamaron la atención. Entre ellos, algunos ya bastante difundidos entre expertos y aficionados, tales como Bernhard Huber, Rudolf Fürst y Meyer-Näkel. Sin embargo, también destacó un impresionante y prometedor contingente de talento emergente.
El Weingut Kaufmann Hattenheimer Hassel 2022, por ejemplo, ofrece un deleitante balance de cerezas maduras y apenas un toque de especias, todo envuelto en una textura sedosa. Por otro lado, Saumagen Spätburgunder demostró un gusto frutal vibrante y una acidez refrescante, mientras que el A. Christmann Vogelsang equilibra tradición e innovación con una mineralidad armonizada de manera espléndida con la fruta.
Entre los productores más intrigantes se cuenta Wasenhaus en Baden, con una reputación por vinos etéreos, con bajo nivel de alcohol pero con un sabor explosivo. Su Kanzel 2022, elaborado con uvas de suelos arcillosos y calizos será un duro contendiente en cualquier lugar del mundo.