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ECONOMÍA

Argentina avanza en energías renovables con una inversión de US$ 200 millones en biomasa

La mayor planta de biomasa del país generará 80 MWh desde 2025, con una inversión de US$ 200 millones.

La planta de energía renovable FRESA, gestionada por el grupo Insud, es la planta de generación a partir de biomasa forestal más grande de la Argentina. Ubicada en Gobernador Virasoro, Corrientes, se prepara para un salto clave en su capacidad productiva. Actualmente, genera el 10% de la energía eléctrica de la provincia, pero con la incorporación de una segunda planta, prevista para enero de 2025, duplicará su generación, alcanzando los 80 MWh. Este avance promete no solo cubrir la demanda local, sino también atraer nuevas inversiones para la región.

Desde su inicio en 2020, utiliza subproductos del sector maderero como ramas, aserrín y recortes de madera, aportando un destino sostenible a materiales que antes contaminaban por su quema a cielo abierto. Así, no solo reduce el impacto ambiental, sino que suma valor económico a la industria forestal.

Energía renovable con impacto local

Actualmente, la planta genera 36 MWh que se inyectan al Sistema Argentino de Interconexión (SADI), equivalente al consumo energético de localidades como Gobernador Virasoro, Santo Tomé y La Cruz. Este aporte estabiliza la distribución de energía en Corrientes, asegurando un suministro confiable tanto para industrias como para hogares, según detalló Luciano Baroni, CEO de FRESA.

La empresa también ha optimizado la distribución de energía en el norte de Corrientes y sur de Misiones mediante la incorporación de la nueva Estación Transformadora San Alonso y otra ubicada dentro del predio. Estas mejoras garantizan niveles de tensión adecuados para potenciar el desarrollo industrial de la región.

Una inversión que mira al futuro

Con una inversión total de US$ 200 millones, la ampliación de FRESA no solo duplicará su capacidad de generación, sino que consolidará su rol como un actor estratégico para el crecimiento económico local. Además de los 125 empleos directos y más de 300 indirectos que ya genera, la planta será clave para atraer nuevas industrias y diversificar la matriz productiva.

El proyecto, que también involucra a comunidades educativas y sanitarias cercanas, es un ejemplo de cómo las energías renovables pueden integrarse de manera sostenible a las economías locales.

Cuando entre en operación la segunda central en 2025, FRESA estará en condiciones de abastecer a más localidades, como Ituzaingó e Itá Ibaté, asegurando energía incluso en picos de consumo estacional. Esta expansión no solo consolidará a Corrientes como un polo energético renovable, sino que también servirá como modelo para futuros proyectos en el país.

FRESA demuestra cómo una inversión en tecnología limpia puede impactar positivamente en el ambiente, la industria y las comunidades, siendo un motor de cambio para el desarrollo sostenible en Argentina.