A pesar de que la inflación se encuentra en un piso histórico y los precios en productos no han cambiado mucho, los servicios tienen una tendencia al aumento. Este comportamiento lo hemos visto durante este año en el que, el sinceramiento económico impulsado por Luis Caputo provocó un incremento en el costo de vida.
El ministro de Economía, Luis Caputo, definió que las boletas finales para los usuarios de luz aumentarán en enero 1,6%. Las de gas natural, mientras tanto, se verán incrementadas en un 1,8%. Este porcentaje de aumento tiene como objetivo apuntalar la desaceleración de la inflación y llegar lo más rápido posible a niveles por debajo del 2% mensual.
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Aunque el Gobierno sí tiene previsto avanzar desde marzo con una revisión tarifaria, la idea es que los incrementos se mantengan bajos. De esta manera, buscan que el verano no sea tan cargado a nivel económico. Pero, la revisión otoñal implicará incrementos en los servicios públicos de la energía.
Según está previsto, los aumentos serán menores a los dos dígitos para los hogares. Pero nada asegura que no vaya a haber una profundización de la motosierra sobre los subsidios. Esta situación puede afectar o beneficiar también a quienes tienen contratos regidos por el IPC, como locatarios o inquilinos.
Caputo espera dar una señal en línea con los objetivos del Gobierno. Este es llevar la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) a un nivel que permita al Banco Central de la República Argentina (BCRA) recortar el ritmo de crawling peg al 1% mensual. El crawling peg, o devaluación administrada, ya ha sido adoptado por otros gobiernos y en muchos países de América Latina y se caracteriza por ser un esquema de fluctuaciones leves y periódicas en el tipo de cambio.
Esta idea de llevar la inflación a esos niveles busca dejarla en cero. Esta es una de las condiciones principales que se puso el Gobierno para salir del cepo en 2025.
Composición tarifaria
Las tarifas finales que pagan los usuarios se componen de cuatro ítems:
- costo de la energía
- transporte
- distribución
- impuestos
Sobre el costo de la energía se canalizan los subsidios del Estado. Mientras que, sobre transporte y distribución no hay subvenciones. Cada hogar percibe o no descuentos según su categoría dentro de la segmentación de subsidios: ingresos altos (N1), ingresos bajos (N2) e ingresos medios (N3).
La secretaría de Energía que conduce María Tettamanti busca crear a mediados de 2025 un nuevo esquema de subvenciones. La propuesta es que existan solo dos tipos de usuarios.
El sistema que se ha planteado sería similar al aplicado en la gestión de Mauricio Macri. Esta dividía a los usuarios en dos categorías: los que tienen y los que no reciben subvención. Sin embargo, la reducción contemplada en el Presupuesto 2025 preveía un recorte en subsidios de más de USD 3.000 millones, similar al que se dio este año.