Connect with us

Hola, qué estás buscando?

MUNDO

El Papa Francisco desea que Roma sea un refugio para los “peregrinos de la esperanza” en el Jubileo 2025

Durante los oficios del Te Deum, el pontífice destacó el papel universal de Roma y su vocación para acoger a peregrinos de todo el mundo.

Papa Francisco

El Papa Francisco expresó su deseo de que Roma, en el marco del Jubileo 2025, se convierta en un “ambiente abierto a todos los peregrinos de la esperanza”. Durante los oficios del ‘Te Deum’ en acción de gracias por el año que concluye, el Santo Padre reflexionó sobre la vocación universal de la ciudad y su papel en la construcción de un mundo más fraterno.

En su homilía, el pontífice destacó que esta perspectiva no es una simple idea, sino un llamado concreto: “La esperanza de un mundo fraterno no es una ideología, ni un sistema económico o tecnológico, sino Jesús, el Hijo encarnado que nos muestra el camino”.

Preparativos y desafíos para el Año Santo

El Papa Francisco también agradeció al alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, por los esfuerzos realizados para acondicionar la ciudad. Reconoció los desafíos vividos en un año marcado por obras destinadas a recibir a miles de peregrinos en el próximo Año Santo. “Roma está llamada a acoger a todos para que puedan reconocerse como hijos de Dios y hermanos entre sí”, subrayó.

El lema del Jubileo, inspirado en su encíclica Fratelli tutti, apunta a construir un espacio de encuentro para creyentes de todas las religiones y para aquellos que buscan justicia, libertad y paz. Según el Papa, esta preparación convierte a Roma en “una obra de construcción de esperanza y fraternidad”.

Caminar juntos hacia un futuro fraterno

Francisco instó a todos a caminar juntos como peregrinos de esperanza, destacando que asumir la filiación divina lleva al reconocimiento de la fraternidad universal. “Si reconocemos a Dios como Padre, luego sobreviene el sentimiento de ser hermanos y hermanas”, enfatizó.

Para finalizar el año, el Papa invitó a elevar una oración por fortaleza para continuar la peregrinación en el 2025, destacando el papel del Jubileo como una oportunidad única para reforzar los lazos de unidad y esperanza en el mundo.

Una tradición que conecta generaciones

Los Años Santos ordinarios, como el de 2025, se celebran cada 25 años. Esta periodicidad, establecida en 1475, asegura que cada generación pueda participar al menos una vez en esta experiencia de gracia y renovación espiritual. Durante el Jubileo, los fieles son llamados a peregrinar a Roma, donde tendrán la oportunidad de cruzar la Puerta Santa de las principales basílicas, un acto que simboliza la apertura a una vida renovada en la fe.

Un tiempo de indulgencias y reconciliación

Una característica central del Jubileo es el acceso a las indulgencias plenarias, un regalo espiritual que refleja la misericordia de Dios y permite a los fieles reconciliarse con Él y con su comunidad. Esta práctica, junto con la peregrinación, busca reforzar el sentido de unidad y esperanza en tiempos de incertidumbre global.

El lema elegido por el Papa Francisco, “Peregrinos de la Esperanza”, resalta la dimensión universal del Jubileo, invitando no solo a los católicos, sino también a todos aquellos que buscan un camino de justicia, paz y fraternidad.

Renovación espiritual en el corazón de Roma

Para la Iglesia, este tiempo es también una oportunidad para renovar su misión pastoral, alentando a los fieles a reflexionar sobre el valor de la esperanza en sus vidas. Como en Jubileos pasados, se espera que millones de personas de todo el mundo lleguen a Roma, convirtiéndola en el epicentro de un mensaje de renovación espiritual y fraternidad universal.

El Año Jubilar 2025 será, así, un momento único para redescubrir la fe, fortalecer la esperanza y construir un espíritu de reconciliación que trascienda fronteras y generaciones.