Las ventas de sidras y espumantes mostraron caídas significativas, en algunos casos superiores al 50%, según informaron referentes del sector. Muchas familias optaron por brindar con las bebidas de Navidad disponibles en la mesa, dejando atrás la tradición de la copa de sidra o champagne al momento del brindis.
Sidras y espumantes, las más afectadas
En declaraciones a medios nacionales, desde la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM) señalaron que la venta de sidras fue particularmente baja, describiéndola como “calamitosa”. Mientras tanto, los espumantes también sufrieron un fuerte descenso, aunque con diferencias entre marcas. Por ejemplo, en un supermercado mayorista de Mataderos, la venta de champagne de la bodega Chandon cayó un 74,3% interanual, mientras que productos más económicos, como los de Bodega Salentein, mostraron un leve repunte.
La situación no solo afectó a las marcas premium. Pablo Glöggler, CEO de Bodegas Bianchi, confirmó que el mercado de espumantes cerró el año con una caída del 18% en volumen, reflejando un contexto económico desafiante que obliga a los consumidores a priorizar gastos.
Cambios en el brindis y las mesas
Según Armando Eugenio Farina, vicepresidente de CADAM, el cambio en los hábitos de consumo fue evidente. “La gente ya no hace la histórica copa de sidra o champagne. Ahora brindan con lo que tengan en el vaso, ya sea agua, gaseosa o Fernet”, explicó. Este fenómeno se relaciona con la menor disponibilidad de recursos en los hogares, lo que también impactó en la variedad de productos en las mesas navideñas.
Un punto destacable es el papel de las cajas navideñas corporativas, que se convirtieron en una de las principales fuentes de productos tradicionales como el Mantecol o algunas bebidas alcohólicas. Sin embargo, fuera de ese ámbito, las mesas familiares se vieron notablemente más austeras.
La oportunidad para otras categorías
A pesar de las caídas en espumantes y sidras, otras bebidas mostraron un leve repunte en diciembre. Farina señaló que la venta de Fernet creció este mes, aunque no fue suficiente para recuperar las bajas acumuladas durante el año. Por su parte, el gin mostró un comportamiento interesante: después de un período de estancamiento, la llegada del calor impulsó sus ventas, tanto en el mercado mayorista como en bares.
Expectativas para 2025
Aunque el panorama fue desalentador para las bodegas en 2024, el sector confía en una recuperación. Las expectativas para 2025 están puestas en un contexto más favorable, con consumidores dispuestos a volver a elegir categorías que este año quedaron relegadas.
Francisco Mecca, gerente de marketing de Bodegas Bianchi, resaltó que los espumantes todavía son percibidos como un producto exclusivo, más asociado a momentos especiales. Por este motivo, considera que promociones y ofertas jugarán un rol clave para recuperar terreno frente a opciones más cotidianas como la sidra u otras bebidas.
El brindis de fin de año fue un reflejo de la situación económica de muchas familias argentinas, marcando un cambio en tradiciones históricas. Las ventas de sidras y espumantes cayeron significativamente, pero el sector mira con optimismo hacia 2025, con estrategias para reconquistar a un consumidor cada vez más cuidadoso con sus elecciones.