El senador y presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical en la Provincia de Buenos Aires, Maximiliano Abad, expresó su rechazo a la expulsión del senador Edgardo Kueider, argumentando que la Cámara Alta actuó como un tribunal de justicia, lo que considera una usurpación de funciones.
«El Senado de la Nación se convirtió en juez frente al caso Kueider. Para hacerlo de manera correcta debió seguir los mismos pasos que los tribunales: recopilar las pruebas, documentarlas, evaluarlas y luego dictaminar«, afirmó Abad a través de su cuenta en X (ex Twitter).
El legislador sostuvo que, en lugar de actuar dentro de su marco institucional, el Senado tomó decisiones que calificó como populistas y carentes de respaldo procesal. «El Senado jugó para la tribuna. No se respetaron reglas ni procedimientos. Mi posición es clara, la sustento con argumentos y está alejada de cualquier especulación«, agregó.
Abad también criticó que la expulsión de Kueider, sin un debido proceso judicial previo, no solo fue apresurada, sino que pudo haber tenido consecuencias políticas innecesarias, como la entrega de una banca al kirchnerismo. «Kueider debió ser suspendido y desaforado. Se le quitaban todos los derechos: voz, voto y dieta. Se permitía a Arroyo Salgado detenerlo e investigarlo. Así dábamos una señal rápida y eficaz a la sociedad», concluyó el senador radical, con fuertes vínculos con Ernesto Sanz, referente del radicalismo mendocino.
El caso ha generado un debate en torno a los límites de las atribuciones del Congreso frente a casos de presuntos delitos cometidos por sus miembros, con una oposición que exige mayor rigor institucional y respeto por los procedimientos judiciales.