El sector de la construcción ha enfrentado un año difícil, marcado por la paralización de la obra pública nacional y una caída significativa del empleo. Sin embargo, para 2025 se proyecta una recuperación, gracias a la reactivación de proyectos energéticos y al avance de los créditos hipotecarios, que podrían dinamizar el mercado.
Los desafíos del último año
Según el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), en octubre la actividad cayó un 24,5% interanual, acumulando un descenso del 29% en los primeros diez meses de 2024. Materiales como cerámicos, hierro redondo y cemento registraron las mayores caídas. A esto se suma una baja del 24,8% interanual en las ventas de insumos, según el Índice Construya.
En este contexto, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), Gustavo Weiss, destacó que, aunque la obra pública nacional sigue frenada, provincias como Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe han logrado mantener la actividad gracias a fondos propios.
La importancia de los proyectos energéticos y privados
El sector privado ha encontrado un impulso en los proyectos energéticos y mineros, áreas que concentraron la mayor parte de las nuevas inversiones. Obras como oleoductos y gasoductos han permitido recuperar algunos puestos de trabajo y prometen consolidar la actividad. Según Weiss, estos proyectos, junto al Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), marcarán la tendencia para el próximo año.
Sin embargo, las pequeñas construcciones familiares y los grandes desarrollos inmobiliarios permanecen estancados. Este fenómeno está directamente relacionado con la evolución del dólar, que afecta la rentabilidad de las inversiones.
El rol del crédito hipotecario y la economía
La expansión de los créditos hipotecarios es otra de las esperanzas para 2025. Aunque en noviembre crecieron un 21,9% mensual y 151,7% interanual, la cantidad de préstamos sigue siendo baja en relación con la demanda del mercado. Weiss señaló que una economía argentina más dinámica será clave para impulsar la actividad inmobiliaria.
El comportamiento del tipo de cambio también será determinante. Con un dólar que se apreció un 44,2% en 2024, los costos en esta divisa son un desafío para el sector. Santiago Levrio, de Alianza Urbana, advirtió que los márgenes actuales obligan a postergar nuevos desarrollos, impactando en toda la cadena industrial de la construcción.
Un 2025 con luces y sombras
A pesar de las dificultades, el sector de la construcción enfrenta 2025 con la expectativa de una recuperación. Los proyectos privados, energéticos y el fortalecimiento de los créditos hipotecarios serán determinantes para reactivar la economía. Sin embargo, factores como la estabilidad del dólar y las políticas públicas jugarán un rol crucial para definir el rumbo del mercado.