Desde el 25 de diciembre, el incendio en el Parque Nacional Nahuel Huapi ha arrasado más de 1.450 hectáreas de vegetación autóctona. A pesar de los esfuerzos, las llamas siguen activas, amenazando la biodiversidad de la región. La zona afectada está lejos de las poblaciones, pero las dificultades para controlar el fuego aumentan debido a las malas condiciones meteorológicas, que obstaculizan tanto el trabajo en tierra como el apoyo aéreo.
Dificultades para controlar el avance del fuego
El incendio en el Parque Nacional Nahuel Huapi comenzó en una zona de difícil acceso cerca del lago Los Manzanos, y ha afectado áreas como la laguna Quetro y los cerros Alcorta y Colorado. Los brigadistas han luchado incansablemente, pero las condiciones del terreno y el viento han dificultado su trabajo. El humo intenso también ha complicado las tareas de los medios aéreos, que intentan controlar el fuego desde el aire.
Las causas del incendio aún no son definitivas, aunque se sospecha que las tormentas eléctricas de las últimas semanas podrían haber provocado el inicio del fuego, como sucedió en el 2022. La presencia de rayos y condiciones secas en la región han creado un entorno favorable para la propagación del incendio.
Acciones de los brigadistas y los medios aéreos
Más de 100 brigadistas de diferentes organismos están trabajando en el terreno. El presidente de Parques Nacionales, Cristian Larsen, destacó que la prioridad es frenar el avance del fuego y minimizar su impacto. Para esto, se ha formado un Comité de Emergencia que coordina los esfuerzos de brigadistas, bomberos y otros servicios de emergencia.
Los brigadistas están apoyados por medios aéreos, como un hidroavión Boeing 737, que descarga hasta 15.000 litros de agua en cada lanzamiento. También se utilizan aviones hidrantes y helicópteros para transportar personal a las zonas más afectadas.
Trabajo coordinado para frenar el avance del incendio
Además del trabajo de los brigadistas, otras instituciones como el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF), el Ejército Argentino y la Prefectura Naval están participando en las tareas de control. Grupos de scouts también han contribuido con voluntarios. Las autoridades están en contacto constante para coordinar las tareas de extinción y prevenir que el incendio se expanda aún más.
El futuro del Parque Nacional Nahuel Huapi
A pesar de los esfuerzos, el futuro del Parque Nacional Nahuel Huapi sigue siendo incierto. Las autoridades continúan monitoreando la situación y priorizan frenar la propagación del fuego hacia otras áreas sensibles. La lucha contra el incendio es difícil, pero los brigadistas y las instituciones siguen comprometidos en su tarea.
