El sector panadero enfrenta una de las peores crisis de su historia desde la llegada de Javier Milei al Poder Ejecutivo. En lo que va del año, las ventas han caído a la mitad, lo que ha llevado al cierre de casi 400 locales en todo el país. La situación afecta tanto a pequeñas panaderías como a despachos de pan, y la Federación Provincial CIPAM señala que la caída en la demanda es histórica, superando incluso al estallido social de 2001.
«Las ventas de pan han disminuido un 53%, y en productos como tortas y pastelería, la caída llega hasta el 80%», afirmó Martín Pinto, secretario de CIPAM. Según el dirigente, el sector está atravesando una recesión sin precedentes, agravada por los elevados costos de las materias primas y la imposibilidad de trasladar esos incrementos al precio final debido a la caída de la demanda.
La proximidad de las fiestas de fin de año tampoco ha traído alivio. El pan dulce, uno de los productos más emblemáticos de la temporada, enfrenta aumentos que lo alejan de las mesas de muchas familias. Según Gastón Mora, referente de la Cámara de Panaderos, los precios oscilan entre 15.000 y 25.000 pesos para el artesanal, mientras que las versiones más económicas apenas se consiguen por 2.500 pesos, y con calidad limitada.
Las materias primas para elaborar los productos de panadería siguen siendo elevados
El costo de las materias primas, como almendras y nueces, es uno de los principales factores que impactan en los precios del pan dulce. «El kilo de almendra está en 20.000 pesos y el de nuez en 13.000. Esto hace que un pan dulce bien elaborado sea inaccesible para muchas familias», explicó Mora. A pesar de ello, algunos comerciantes intentan ofrecer opciones más económicas, como vender el producto en rodajas.
Raúl Santoandre, presidente de la Federación Industrial Panaderil, confirmó esta tendencia. «Hoy, un pan dulce fresco y artesanal cuesta entre 20.000 y 25.000 pesos, dependiendo de la cantidad de fruta y la elaboración. En algunos casos, se opta por fraccionarlo para adaptarse a la baja demanda», señaló en declaraciones a Radio Rivadavia.
La crisis no solo afecta a los comerciantes, sino también a los consumidores, que buscan estrategias para ahorrar en la canasta navideña. Mientras los precios de los productos industriales también han subido considerablemente, el acceso a los tradicionales pan dulces se convierte en un lujo para muchas familias argentinas.
Desde el sector, los panaderos advierten que la situación podría agravarse si no se toman medidas para contener los costos de producción y fomentar el consumo.
