Con la llegada del 2025, el Gobierno de Javier Milei ya trabaja en su plan para este nuevo año. En la Casa Rosada, a pocos días de iniciar las sesiones legislativas, se preparan para afrontar lo que definen como la «maldición de los años impares», la tendencia de los gobiernos a aumentar el gasto y emitir moneda para atraer votos en tiempos electorales. Esta vez, Milei promete no caer en esa trampa.
“Es la primera vez en la historia de la democracia moderna que un gobierno entra en un año electoral sin política monetaria ni fiscal por voluntad propia”, afirmó el presidente en un encuentro de cierre de año con su gabinete. Según Milei, la clave está en no ceder a la tentación de aumentar el gasto público ni emitir más dinero, lo que ha sido un error histórico de gobiernos anteriores. “Estamos en la era del sentido común y de la libertad al fin”, agregó el mandatario, con un tono desafiante que dejó claro que su estrategia será mantener el rumbo económico sin caer en prácticas populistas.
Uno de los miembros más cercanos al presidente, Santiago Caputo, expresó su optimismo sobre el panorama político y económico, estimando que la imagen positiva de Milei alcanzará el 65% en marzo de 2025. A pesar de las críticas y los desafíos del año pasado, como los bajos salarios y la falta de aumento en las paritarias, el gobierno destacó varios logros como la baja inflación, la calma social y el buen cierre de ventas en diciembre, factores que según ellos contribuyen a una mejor percepción pública.
El panorama económico y social de 2024
A lo largo del 2024, el Gobierno recogió algunos elogios y también críticas de distintos sectores. Entre los aspectos positivos mencionados por los ciudadanos en las encuestas se destacan la mejora en la seguridad, el control de precios y el clima de estabilidad. Sin embargo, también hubo voces disidentes, como la de una militante cristinista que elogió a Karina Milei, esposa del presidente, destacando su identificación con las clases más bajas y su capacidad para entender las dificultades cotidianas.
El análisis de las encuestas también mostró que los jóvenes continúan apoyando a Milei, mientras que un sector de adultos mayores ha mostrado cierto escepticismo. En este sentido, la estrategia electoral para 2025 se enfocará en consolidar el apoyo de la clase media y los sectores jóvenes, mientras se busca superar la desconfianza que aún persiste entre los adultos mayores, vinculados históricamente al macrismo.
Reformas estructurales y la estrategia electoral de 2025
De cara a las elecciones de 2025, el Gobierno se prepara para centrarse en las ideas y no en los nombres de los candidatos. La reforma laboral, tributaria y otras medidas profundas estarán al centro de la campaña. Como señaló uno de los estrategas de Milei, “Redoblaremos la apuesta de las ideas. La gente se cansó de las mentiras y de los globos, y eso lo tenemos claro”. En ese sentido, la campaña buscará consolidar la percepción de que el rumbo tomado por el Gobierno es el correcto, con la idea de que el país está mejor bajo las políticas actuales.
En cuanto a las elecciones legislativas, la prioridad será ganar las bancas del Senado, con el objetivo de quedarse con al menos 12 de las 24 que se eligen. A pesar de la falta de acuerdo con el PRO en la Ciudad de Buenos Aires, Milei confía en que la afinidad ideológica con las bancas en disputa le dará los votos necesarios para consolidar su liderazgo en ambas cámaras.
Economía y expectativas para 2025
El panorama económico no está exento de desafíos. Un tema clave será la gestión de las importaciones, que ya ha generado preocupación en el Gobierno. El ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró recientemente que no habrá una apertura indiscriminada de las importaciones, y se están llevando a cabo negociaciones para un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Se espera que el acuerdo, que podría ser de aproximadamente 20.000 millones de dólares, sirva para recapitalizar el Banco Central y permitir la flexibilización del cepo cambiario durante 2025.
Sin embargo, la situación del mercado agropecuario no es tan positiva. El reciente default de pagarés de empresas clave del sector como Los Grobo Agropecuaria y Agrofina ha generado conmoción. A pesar de ello, desde el Gobierno aseguran que no es su responsabilidad, y que los problemas financieros de estas firmas son casos puntuales que deben resolver ellas mismas.
La intervención del Banco Central
El Banco Central (BCRA) también estuvo en el centro de la escena a finales de diciembre, cuando tuvo que intervenir en el mercado para asistir a la demanda importadora, vendiendo una cantidad significativa de reservas, lo que generó cierta preocupación en los analistas. El Gobierno minimizó el evento, alegando que se trató de una operación puntual solicitada por empresas como Toyota y Fiat. Sin embargo, este episodio reavivó los temores sobre la sostenibilidad de las reservas del Central.