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ECONOMÍA

El Gobierno nacional eliminó el Impuesto PAIS, pero prorrogó la Tasa de Estadística: malestar en el sector productivo

Empresarios temen que la permanencia de la tasa frene severamente el desarrollo de la actividad comercial exterior.

Gobierno nacional

El Gobierno nacional ha decidido prorrogar hasta 2027 la vigencia de la tasa de estadística sobre las importaciones, lo que ha generado un fuerte malestar en los sectores productivos del país. La medida, que fue oficializada a través del Decreto 1140/2024, extiende el tributo del 3% sobre el valor de las mercaderías importadas, una decisión que se alinea con la estrategia fiscal de Javier Milei, que busca sostener los ingresos fiscales y avanzar en la consolidación del superávit fiscal.

La tasa de estadística, que se aplica a las importaciones para financiar los costos del control aduanero y la recaudación, ha sido una herramienta utilizada históricamente como un mecanismo de control fiscal. Sin embargo, en el contexto actual, donde los sectores productivos enfrentan a serias restricciones cambiarias y elevados costos logísticos, se cuestionó fuertemente el tributo.

Aunque el Gobierno ha eliminado otros impuestos, como el Impuesto PAIS, la prórroga de esta tasa se mantendrá vigente hasta el 31 de diciembre de 2027, lo que significa que los importadores seguirán soportando este costo adicional en un contexto económico ya complicado. Si bien la medida se justifica como una necesidad de garantizar la eficiencia en los mecanismos de control aduanero, la realidad es que muchos empresarios temen que la permanencia de esta tasa frene aún más el desarrollo de la actividad comercial exterior, ya que incrementa el costo de las importaciones.

El impacto sobre los sectores productivos y el reclamo de empresarios

El sector productivo ha expresado su descontento con esta medida, especialmente porque el Gobierno había señalado que las reformas fiscales serían más equilibradas. Aunque en algunos sectores específicos como los hidrocarburos y productos de capital para la industria energética se han establecido excepciones, la mayoría de las importaciones seguirá estando sujeta a este impuesto.

La Cámara de Comercio y diversas asociaciones empresariales han señalado que este tipo de decisiones incrementa la presión sobre las empresas que ya están luchando con los efectos de la inflación y las restricciones cambiarias. En este sentido, se cuestiona la falta de medidas que alivien los costos de los sectores productivos, especialmente en un contexto en el que la recuperación económica es crucial.

El objetivo del Gobierno: mantener el orden fiscal y cumplir con el FMI

Por otro lado, la decisión de Milei tiene una clara intención de mantener el orden fiscal en un contexto de ajuste económico. La prórroga de esta tasa se inscribe en el marco de las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que exigen un control más estricto sobre los ingresos fiscales. Aunque esta medida sigue siendo una de las más debatidas por los sectores afectados, el Gobierno sigue adelante con su plan de consolidar el superávit fiscal, aunque a costa de descontento en las cámaras empresariales.

En cuanto a las expectativas futuras, la medida estará en revisión durante los próximos años, y algunos sectores ya han comenzado a presionar al Gobierno para que reduzca o elimine este tributo en las futuras revisiones fiscales. La interacción de esta tasa con otros factores macroeconómicos, como el tipo de cambio y las restricciones a las importaciones, será clave para determinar su impacto real en la economía productiva.