El costo de las coberturas de salud privada aumentó 4,75 % en noviembre, según el promedio nacional informado por el INDEC, una cifra significativamente superior al 2,4% del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Este desfasaje refuerza las críticas del Gobierno nacional hacia el sector, que ha señalado reiteradamente los incrementos excesivos aplicados por las empresas de medicina prepaga.
El informe del INDEC revela que la inflación en el rubro salud fue del 2,9%, superando también la inflación general. Al desglosar los componentes del sector, los medicamentos registraron un incremento intermensual del 1,73%, mientras que las cuotas de las prepagas aumentaron casi el triple. Las subas más marcadas se observaron en el noroeste del país, donde alcanzaron el 6,2%, seguidas por la región de Cuyo (4,9%) y el área metropolitana de Buenos Aires (4,6%), levemente por debajo del promedio nacional.
Estos aumentos, aplicados en noviembre pero comunicados en octubre, se basaron en la inflación de septiembre, que había sido del 3,5%. Aunque las empresas argumentan que sus ajustes son necesarios para compensar costos operativos, el INDEC muestra que el desfasaje con otros componentes del sector salud, como los medicamentos, continúa ampliándose.
Tensiones con los prestadores
La Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (Cadime) emitió un comunicado criticando que los aumentos en las cuotas de las prepagas no se reflejan en los aranceles pagados a los prestadores de servicios. Según Cadime, mientras las cuotas aumentaron un promedio de 435% en los últimos dos años, los aranceles a profesionales y empresas de salud solo subieron entre 160% y 224%.
El sector prestador advierte que esta brecha afecta especialmente a pequeñas y medianas empresas, agravada por los retrasos de entre 60 y 90 días en los pagos de las prestaciones facturadas. “Esta diferencia es crítica para el sostenimiento del sistema de salud en Argentina”, señalaron desde Cadime, destacando que el contexto inflacionario ha intensificado las tensiones dentro del sistema.
Explicaciones desde las prepagas
Las empresas de medicina prepaga justifican las subas argumentando que la inflación de la salud siempre supera la inflación general, estimándose en un 40% más alta. Factores como nuevas tecnologías, medicamentos de alto costo y diagnósticos avanzados aumentan significativamente los costos operativos. “La innovación en salud no es comparable con otros bienes de consumo”, indicaron desde el sector, y plantearon preguntas retóricas como: “¿Cuánto cuesta financiar la cura de una enfermedad mortal?”.
La percepción de los usuarios
Con el nuevo dato del INDEC, las prepagas comenzarán a notificar a sus afiliados sobre los aumentos previstos para enero, cumpliendo con la normativa que exige comunicar los incrementos con 30 días de anticipación. Este contexto ha generado dudas entre los usuarios, quienes cuestionan cómo es posible que sus gastos en salud superen ampliamente la inflación oficial.
El INDEC intentó aclarar estas inquietudes a través de un hilo en la red X, explicando que el IPC mide la variación de precios de una canasta fija de bienes y servicios, mientras que los gastos individuales varían según las decisiones personales y las necesidades de cada hogar.
Un sector en debate
La disparidad entre los aumentos de las prepagas y los medicamentos refleja un problema estructural en el sistema de salud. Mientras las empresas justifican sus ajustes con el argumento de la innovación tecnológica y los costos crecientes, los prestadores y usuarios señalan el impacto negativo de estas decisiones en el acceso y la calidad de los servicios.
Con la presión sobre las prepagas intensificándose, tanto desde el Gobierno como desde los prestadores, el desafío radica en encontrar un equilibrio que garantice la sostenibilidad del sistema sin afectar la atención médica de los afiliados.