El gobierno de Axel Kicillof comienza el 2025 en lo que consideran una «emergencia económica», después de que la Legislatura de la Provincia no aprobara el presupuesto para el año entrante. La afirmación fue realizada por Carlos Bianco, ministro de Gobierno, quien, en conferencia de prensa, culpó tanto al Gobierno nacional como a la oposición por lo que considera un intento de «quebrar las arcas» de Buenos Aires.
Bianco argumentó que, a pesar de los ajustes impuestos desde el Gobierno de Javier Milei, la administración provincial se ha mantenido sin aplicar recortes en áreas claves. Sin embargo, la falta de aprobación del presupuesto en la Legislatura, debido a los bloqueos de la oposición, ha dejado a la provincia sin los recursos necesarios para el funcionamiento en el próximo año. Según el funcionario, la Provincia empieza 2025 en una situación crítica debido a esta falta de apoyo legislativo.
Emergencia económica y falta de recursos
El rechazo del Presupuesto 2025 se suma a la creciente crisis económica en la provincia, que, según Bianco, comienza el año con una grave falta de recursos. Sin embargo, el ministro minimizó las consecuencias de esta situación, asegurando que la provincia no «quebrará» gracias a la responsabilidad del gobernador Kicillof en el manejo de los recursos.
A pesar de esta afirmación, la realidad es que la administración kirchnerista en la provincia ha llevado a Buenos Aires a una situación de extrema precariedad financiera. El aumento de la pobreza y la falta de inversiones en sectores clave, como infraestructura y seguridad, evidencian las malas decisiones económicas y la incapacidad de los líderes de este gobierno para mejorar la situación de los bonaerenses.
Problemas en la seguridad y el escaso avance en infraestructura
Bianco también dedicó parte de su conferencia a atacar al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por la falta de avances en la construcción de nuevas cárceles, en un intento de desviar la atención de la mala administración bonaerense. Haciendo una comparación con la gestión en Buenos Aires, destacó las obras en curso en la provincia, que incluyen la ampliación de unidades penitenciarias y la construcción de nuevas alcaidías. Mientras tanto, la gestión porteña sigue sin resolver los problemas de hacinamiento en las cárceles y continúa con obras pendientes, lo que genera fugas de presos y una crisis de seguridad en la ciudad.
El reclamo por el avance de las obras de infraestructura, principalmente en el sistema penitenciario, es válido, pero también pone en evidencia la falta de capacidad del gobierno provincial para resolver los problemas básicos de la provincia.
Los esfuerzos de Kicillof en mejorar el sistema penitenciario son un intento tardío de remediar los daños causados por años de desatención en áreas clave, mientras que los problemas de pobreza, desempleo y educación siguen siendo una constante en la vida diaria de los bonaerenses.
Crítica a la mala administración kirchnerista
El discurso de Bianco y la gestión de Kicillof reflejan el fracaso de la administración kirchnerista en la provincia de Buenos Aires, que sigue siendo la más empobrecida y con mayores problemas de infraestructura del país. La incapacidad para aprobar un presupuesto adecuado, sumada a la creciente deuda social, económica y educativa, demuestra que las promesas de mejora y prosperidad han quedado solo en palabras vacías.
Mientras tanto, el Gobernador y su equipo continúan señalando al Gobierno nacional como el culpable, sin asumir la responsabilidad de su propia gestión desastrosa. La pobreza y los bajos recursos en la provincia son la verdadera cara de una administración que, a pesar de sus intentos de defender lo indefendible, no ha logrado mejorar las condiciones de vida de los bonaerenses.