En una jugada que refuerza su enfrentamiento con los símbolos del kirchnerismo, el presidente Javier Milei oficializó un decreto que prohíbe la propaganda política partidaria o el culto a la personalidad en bienes públicos. Esta medida incluye edificios, monumentos y otros espacios del Estado. Uno de los principales objetivos en la mira es el mural de Eva Perón que adorna el edificio que albergaba el Ministerio de Desarrollo Social, en plena avenida 9 de Julio, ahora sede del Ministerio de Salud.
Desde el Ministerio de Capital Humano explicaron que el propósito del decreto es “despolitizar los edificios públicos” y eliminar propaganda que no pertenezca a espacios específicos asignados a sindicatos u organizaciones. Aunque la idea de demoler el edificio histórico llegó a discutirse en el núcleo presidencial, fue descartada debido al alto costo que implicaría. Sin embargo, la remoción de la imagen de Eva Perón sigue firme en los planes, aunque sin una fecha definida.
El peso del decreto y las restricciones impuestas
El decreto publicado en el Boletín Oficial establece diversas disposiciones. Se prohíbe la exhibición de imágenes, símbolos u obras que exalten figuras políticas en bienes públicos, así como la denominación de estos con nombres de personalidades antes de 10 años de su fallecimiento. Además, se regula el uso de recursos públicos, limitando a los funcionarios la promoción de su propia imagen o ideología. La ciudadanía podrá denunciar posibles violaciones mediante la plataforma TAD, y las infracciones serán consideradas graves, con consecuencias administrativas y penales.
La continuidad de la «limpieza simbólica»
La administración de Milei ya había dado pasos en esta línea. Días atrás, un busto del expresidente Néstor Kirchner fue retirado de la sede de la ANSES. Según fuentes oficiales, el busto fue entregado a un sindicato que lo había solicitado. Sin embargo, el mural de Eva Perón en la 9 de Julio, a diferencia del busto, está inventariado como patrimonio, por lo que su remoción requiere una decisión política de mayor peso.
El edificio y su simbolismo
El edificio histórico, inaugurado en 1936 durante la presidencia de Agustín P. Justo, se convirtió en un emblema del peronismo con la colocación del mural de Eva Perón en 2011. Ahora, el gobierno evalúa su actualización o incluso un rediseño para adaptarlo a las necesidades actuales, aunque la demolición parece descartada por cuestiones económicas.
Reacciones y cuestionamientos
El decreto generó críticas en algunos sectores que ven en la medida un ataque al legado histórico del peronismo. En contraste, desde la Casa Rosada afirman que se trata de una acción para garantizar la neutralidad del espacio público y evitar los “personalismos antirrepublicanos”. No obstante, algunas contradicciones afloran, ya que la imagen institucional de Milei sigue presente en numerosas oficinas gubernamentales.
Con esta movida, el gobierno de Milei continúa reforzando su narrativa de ruptura con el pasado kirchnerista, mientras avanza en su objetivo de redefinir el uso simbólico y funcional del espacio público en Argentina.