El expresidente Mauricio Macri regresará a la Argentina este viernes, justo cuando se cumpla un año de la gestión actual de Javier Milei. Macri, tras un viaje por Medio Oriente relacionado con asuntos personales y su rol en la Fundación FIFA, será el protagonista de un acto de cierre de año organizado por la Fundación Pensar. Este evento, previsto en la Ciudad de Buenos Aires, buscará marcar una línea clara entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA), resaltando las diferencias estratégicas de cara a los desafíos políticos del próximo año electoral.
El evento de la Fundación Pensar, liderada por María Eugenia Vidal, servirá como una plataforma para reafirmar la estructura partidaria del PRO, con la participación de gobernadores, intendentes y dirigentes de todo el país. En un contexto político donde el oficialismo ha logrado absorber una parte significativa del electorado macrista, especialmente en el interior, Macri intentará posicionar al PRO como un espacio diferenciado con propuestas propias.
La fecha elegida para el acto no es casual: mientras el gobierno de Milei destaca los hitos de su primer año, el PRO busca ofrecer una alternativa mediante el fortalecimiento de su identidad partidaria. Además, el evento servirá para cerrar un año marcado por tensiones entre ambas fuerzas políticas, como la falta de apoyo del gobierno libertario al proyecto de Ficha Limpia, una iniciativa promovida por el macrismo que generó malestar en las filas del PRO.
Diferencias estratégicas y tensiones internas
Aunque el PRO y LLA comparten visiones económicas similares, las tensiones entre ambos espacios han crecido en las últimas semanas. En la CABA, territorio histórico del macrismo, estas diferencias se evidencian con mayor claridad. Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, enfrenta un panorama legislativo fragmentado, marcado por las disputas con los representantes libertarios liderados por Pilar Ramírez.
Por su parte, Ramiro Marra ha impulsado la creación de un interbloque junto con Yamil Santoro y Jorge Reta, alineado con el oficialismo porteño en ciertas votaciones estratégicas. Esta reconfiguración legislativa busca reducir la influencia de los libertarios más alineados con Karina Milei, mientras que Eugenio Casielles, quien rompió con LLA, lidera un monobloque que sigue ampliando la fragmentación en la Legislatura.
A nivel nacional, las tensiones también se reflejan en la agenda legislativa. Mientras Milei insiste en acelerar los tiempos y convocar a sesiones extraordinarias en diciembre, el PRO propone postergar el calendario hasta febrero, considerando más prudente abordar las prioridades legislativas después de las vacaciones de verano. Este desacuerdo evidencia la dificultad de mantener una relación estable entre ambas fuerzas.
La estrategia del PRO para 2025
Macri aprovechará el acto de la Fundación Pensar para delinear la estrategia del PRO de cara al año electoral. La consigna del expresidente es clara: el PRO debe presentar candidatos propios en todos los distritos del país, fortaleciendo su identidad y autonomía frente al oficialismo. En este sentido, el evento no solo busca consolidar el liderazgo de Macri dentro del partido, sino también proyectar una imagen de cohesión y fortaleza hacia el electorado.
La Ciudad de Buenos Aires será el epicentro de esta estrategia, con un acto que busca reafirmar el control del PRO en su bastión histórico. Sin embargo, las tensiones internas, tanto dentro del PRO como en su relación con Milei, plantean desafíos significativos para consolidar una narrativa política coherente.
Un «mensaje hacia el futuro» afirman desde el PRO
El regreso de Macri no solo marca un hito para el PRO, sino también un intento por reposicionar al partido en un escenario político cada vez más competitivo. Con el acto de la Fundación Pensar, el PRO busca proyectar unidad, fortalecer su base electoral y preparar el terreno para un 2025 donde la disputa por el poder será intensa.
Aunque el macrismo enfrenta desafíos internos y externos, su apuesta es clara: consolidar una identidad propia que permita mantener su relevancia en el panorama político nacional. El acto de cierre del año será clave para medir la capacidad del PRO de enfrentarse a los libertarios, al tiempo que busca revitalizar su conexión con un electorado que demanda respuestas claras y liderazgo sólido.