Según informes del Gobierno , el pasado 18 de diciembre, el Tesoro nacional incrementó sus depósitos en dólares en USD 1.492 millones, mientras que redujo sus depósitos en pesos a $6,07 billones, el nivel más bajo desde mayo. Esta operación permitió al Banco Central esterilizar $1,532 billones mediante la venta de dólares al Tesoro, alineándose con el objetivo de mantener la base monetaria amplia por debajo de $47,7 billones, equivalente al 9,1% del Producto Bruto Interno (PBI).
Este límite autoimpuesto forma parte del programa de estabilización monetaria que el Banco Central anunció en julio. La medida busca evitar un crecimiento descontrolado de los pesos en circulación, un factor que podría agravar la inflación.
El impacto en el dólar y las reservas internacionales
La operación coincidió con las intervenciones del Banco Central para contener el precio de los dólares financieros en un contexto marcado por incertidumbre global y tensiones regionales. Durante la semana pasada, el dólar blue aumentó 25 pesos y cerró en $1.200, mientras que el Tesoro avanzó hacia la meta de acumulación de reservas pactada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Al 20 de diciembre, las reservas netas internacionales acumuladas ascendían a USD 9.415 millones, quedando solo USD 285 millones por debajo del objetivo de USD 9.700 millones fijado para el cierre de 2024. Sin embargo, este dato contrasta con las proyecciones presentadas días antes por el vicepresidente del Banco Central, quien estimaba que las reservas alcanzarían USD 9.200 millones hacia fin de año.
Preparativos para afrontar un desafiante 2025
El Tesoro también aseguró los dólares necesarios para cubrir los vencimientos de deuda inmediatos. En noviembre, adquirió USD 2.700 millones para el pago de bonos con vencimiento en enero, y en octubre giró más de USD 1.000 millones para el pago de intereses a un fiduciario en Nueva York.
A 20 de diciembre, los depósitos en dólares del Tesoro en el Banco Central alcanzaron USD 5.830 millones, el nivel más alto del año y equivalente al 82% de los compromisos en dólares con el sector privado previstos para 2025.
El próximo año plantea desafíos financieros significativos, con vencimientos que ascienden a USD 22.000 millones, incluyendo USD 7.700 millones con organismos multilaterales, USD 9.500 millones con bonistas, y USD 2.500 millones con importadores. Según fuentes oficiales, el Gobierno planea obtener USD 15.000 millones mediante préstamos internacionales para hacer frente a estas obligaciones.
Un respiro temporal en medio de la presión cambiaria
Gracias a estas medidas, la base monetaria amplia volvió a situarse por debajo de los $47,7 billones, mientras que el stock de pesos del Tesoro en el Banco Central cayó a mínimos de mayo. Además, el ingreso de USD 544 millones por liquidaciones agroexportadoras respaldó las operaciones del Banco Central, que destinó más de USD 400 millones a frenar el dólar paralelo en diciembre.
Aunque estas acciones brindan un respiro, el panorama financiero de 2025 dependerá en gran medida de la capacidad del Gobierno para acceder a nuevos fondos internacionales y mantener la estabilidad económica en un contexto desafiante.
