El titular de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Capital, Daniel Catalano, expresó su rechazo hacia los exámenes de idoneidad que el Gobierno planea implementar para evaluar a unos 40.000 empleados públicos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Según el sindicalista, su gremio adoptará medidas insólitas, como colocar parlantes en las calles para dictar respuestas a los trabajadores durante las pruebas.
«Si es necesario, voy a poner un camión con sonido dictándole las respuestas a mis compañeros que estén adentro«, aseguró Catalano en una entrevista radial. Las declaraciones se dan en un contexto de creciente tensión entre los gremios estatales y el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, dirigido por Federico Sturzenegger, encargado de la implementación de esta polémica evaluación.
El alcance de las medidas gubernamentales
La evaluación, que comenzará la próxima semana, busca determinar la continuidad laboral de los empleados públicos con contratos temporales, los cuales vencen a fin de mes. Quienes no aprueben los exámenes, diseñados para medir habilidades técnicas, no podrán renovar su vínculo laboral. La metodología ha sido criticada por sindicatos, que la consideran un mecanismo de presión y precarización.
Catalano denunció que las pruebas se realizarán dentro del Ministerio de Defensa para evitar posibles boicots gremiales. «Este Gobierno tiene miedo de nosotros, pero no abandona su hostigamiento«, expresó.
Un escenario de precariedad y reclamos
El líder gremial cuestionó las condiciones laborales en el sector público, señalando que muchos empleados enfrentan incertidumbre cada tres meses debido a la falta de estabilidad laboral. Además, describió un escenario de bajos salarios y falta de tareas asignadas, lo que, según él, genera un ambiente hostil y desmotivador.
«Con 30 años de antigüedad y una categoría profesional, este mes cobré $852.000. Es un salario que no alcanza, especialmente cuando se vive con el hostigamiento constante de este Gobierno«, señaló.
Críticas al discurso oficial
Catalano también criticó la narrativa gubernamental que califica a los empleados públicos como «privilegiados». «Ahora, además, hay que rendir exámenes de matemáticas. Es una provocación grosera que refleja el desprecio de este Gobierno hacia los trabajadores«, concluyó.
Un conflicto en desarrollo
El enfrentamiento entre el gremio y el Gobierno suma un nuevo capítulo, con ATE Capital advirtiendo sobre medidas de presión. La implementación de los exámenes y la respuesta sindical prometen generar un escenario de alta conflictividad en las próximas semanas, poniendo a prueba la capacidad de diálogo entre ambas partes.