El canciller venezolano Yván Gil confirmó este lunes que Nahuel Gallo, un gendarme argentino detenido en Venezuela, está siendo procesado bajo cargos de terrorismo. Según declaraciones oficiales, Gallo habría intentado infiltrarse «en un plan terrorista» en suelo venezolano, lo que intensificó las tensiones entre ambos países.
La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, rechazó categóricamente las acusaciones y desestimó las afirmaciones del vicepresidente venezolano, Diosdado Cabello. “Es todo mentira. Nadie que va a hacer espionaje dice que es gendarme”, declaró Bullrich en una conferencia de prensa, cuestionando la veracidad de los señalamientos del régimen venezolano.
El caso ha provocado indignación en Buenos Aires, especialmente por las sospechas de que Gallo estaría detenido en El Helicoide, una instalación conocida por ser el centro de operaciones del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y señalada como un lugar de torturas y detenciones arbitrarias.
Desde Cancillería argentina, trascendió que se están llevando a cabo gestiones diplomáticas para esclarecer la situación del agente de Gendarmería, mientras que organizaciones de derechos humanos han pedido garantías para su integridad física. La falta de acceso consular al detenido y el hermetismo del gobierno venezolano han dificultado las investigaciones.
Este incidente representa un nuevo capítulo en las tensas relaciones entre ambos países, enmarcado en una creciente desconfianza mutua y acusaciones cruzadas que podrían tener consecuencias diplomáticas de largo alcance.